En la tarde del martes pasado, a través de una reunión extraordinaria de la Comisión de Planeamiento, la Arq Agustina González Cid, Secretaria municipal del área, expuso el proyecto propuesto por el ejecutivo sobre los indicadores urbanísticos para el barrio de Fisherton.
Al igual que Funes, el barrio de la zona oeste de Rosario, una de las áreas residenciales verdes más preciadas de esa ciudad, experimentó profundas transformaciones a partir de nuevos desarrollos, fundamentalmente de condominios, producto de dos fenómenos contemporáneos: por un lado, la evidente tendencia acelerada por la pandemia, de vivir en entornos naturales. Fisherton es, en este sentido, el inicio del corredor verde occidental, que encuentra su máxima expresión en Funes. Por otro lado, el barrio poblado de casonas de gran jerarquía y superficie, experimenta una realidad parecida a la que vivió Bv Oroño, un paseo señorial con mansiones que en buena parte fueron vendidas por sus propietarios a empresas del sector salud y financiero. En el caso de Fisherton, la mayoría de las casas de gran porte se encuentran a la venta, en rigor, como comentaba una reconocida inmobiliaria de la zona “casi todas las casas importantes están a la venta, incluso las que no exhiben cartel”.
A diferencia del boulevard de las palmeras, Fisherton encara una transformación hacia condominios de diferentes jerarquías. Su máximo exponente, hasta el momento, es Fisherton Park, un diseño de Carlos Ott, en Brassey al 8.000, cuya primera etapa ya está vendida en más de un 70%.
El racconto de obras en diferentes etapas de ejecución, es extenso, pero no menos importante es la lista de ambiciosos proyectos que se encuentran a la espera de las nuevas reglas de juego para desembarcar.
Mientras tanto, el ejecutivo rosarino intenta mediar, a través de una nueva normativa, entre quienes están a favor de los nuevos proyectos constructivos sobre terrenos que hoy ocupan las viejas residencias, y los resistentes al cambio urbanístico de la zona.
En su exposición, González Cid explicó un estudio realizado por el municipio sobre las parcelas cuyas superficies van entre 1.000 y 2.000 metros cuadrados -justamente las más buscadas por las desarrolladoras- contemplando las zonas con cloacas y sin ellas, teniendo en cuenta además la provisión de agua.
Tomando la información arrojada por este estudio, la funcionaria planteó la incorporación de unidades funcionales máximas y mencionó que para los sectores que cuenten con cloacas, se habilitaría una unidad cada 250 metros cuadrados y si no hubiera cloaca, una cada 500 metros cuadrados.
En relación a los “corredores jardín», el municipio propone planta baja más 3 pisos para avenida Real y calle Schweitzer y planta baja más 5 pisos para las avenidas Eva Perón y Jorge Newbery.
Estableciendo el factor de ocupación del suelo (FOS) en 0,33 y el de impermeabilización del suelo (FIS), en 0,43. Específicamente para el corredor Eva Perón se lo reduciría de 0,7 a 0,5.
Asistieron a la reunión de la Comisión de Planeamiento del Concejo de Rosario, su presidente, Fabrizio Fiatti -Arriba Rosario-, Juan Monteverde -Ciudad Futura-, María Fernanda Gigliani -Iniciativa Popular-, Silvana Teisa -Todos Hacemos Rosario, Alejandro Rosselló y Ana Laura Martínez -Unión Pro/Juntos por el Cambio-, Daniela León -UCR-l/Juntos por el Cambio y Verónica Irizar -Socialismo-.
