Con la rotonda de ingreso a Funes por avenida Galindo ya finalizada, la Provincia se prepara para completar el esquema previsto en el proyecto original del acceso: una segunda rotonda en el mismo nudo conector de Galindo y Autopista Rosario–Córdoba, pensada para ordenar el tránsito del sector sur de la ciudad.
La primera etapa de la obra –ya ejecutada– se enfocó en resolver la prioridad más urgente: permitir que los autos que venían desde Rosario por autopista pudieran ingresar a Funes por Galindo sin cruzarse de frente con los vehículos que salían de la ciudad para tomar la traza nacional. Ese rediseño marcó un antes y un después en términos de seguridad vial y fluidez en el ingreso principal.
Pero el nudo todavía tiene un conflicto abierto: el cruce entre los autos que salen de Funes hacia Rosario por Galindo y el flujo que llega desde el sur por el corredor de Kentucky, Estancia Damfield, Haras de Funes y los nuevos emprendimientos que ya se proyectan en esa zona. Hoy, ambos sentidos terminan encontrándose de frente en el empalme, en una zona que concentra cada vez más tránsito residencial y de servicios.
La segunda rotonda apunta justamente a desarmar ese punto de choque. El objetivo es que quienes encaran el nudo desde el sur puedan integrarse a la Autopista o a Galindo con trayectos diferenciados, mientras que los vehículos que salen del casco urbano hacia Rosario tengan un recorrido propio, sin cruces directos. La idea de un sistema de dos rotondas ya estaba contemplada desde el diseño de la nueva avenida: una obra que incluye doble traza, cantero central, iluminación, señalización y trabajos complementarios a lo largo de unos 900 metros entre la Autopista RN 9 y avenida Fuerza Aérea.
Según los cálculos de Vialidad Provincial, a Funes ingresan unos 50.000 vehículos por día y 13.000 lo hacen por Galindo, lo que muestra la magnitud del impacto que tendrá el cierre del esquema completo. Con la segunda rotonda en marcha, el acceso dejará de funcionar solo como puerta de entrada tradicional para convertirse en un distribuidor estratégico entre el casco urbano y el sur de la ciudad, donde crecen los barrios cerrados, los clubes de campo y los nuevos desarrollos inmobiliarios.
La consolidación de este nudo vial también será clave para acompañar los proyectos que ya se planifican en las tierras ubicadas entre Galindo, la autopista y el entorno de Kentucky, un área llamada a convertirse en uno de los polos de expansión urbana más dinámicos de Funes. La segunda rotonda en Galindo y Autopista aparece, así, como la pieza que faltaba para alinear la infraestructura vial con el mapa de crecimiento privado que se viene.
