Punta del Este vuelve a posicionarse como uno de los destinos más caros del verano regional. Para la temporada 2025 2026, el mercado de alquileres temporarios muestra precios elevados, alta demanda anticipada y escasa disponibilidad en las fechas pico, especialmente durante la primera quincena de enero.
En el segmento económico, las opciones más accesibles corresponden a monoambientes y departamentos chicos, generalmente sin amenities y ubicados fuera de las zonas más cotizadas. En estos casos, los valores se ubican entre US$1.200 y US$1.800 por quincena, con oferta limitada para enero.
Un escalón más arriba aparece el segmento intermedio, integrado por departamentos de uno y dos dormitorios en zonas consolidadas como Aidy Grill, Roosevelt o sectores no premium de La Mansa. Allí, los alquileres se mueven entre US$6.000 y US$12.000 por quincena, según cercanía a la playa y estado del inmueble.
El segmento medio, núcleo del mercado estival, está representado por casas y departamentos de tres dormitorios, bien equipados y ubicados en La Brava, La Mansa, Manantiales y Punta Ballena. Para la primera quincena de enero, los valores consolidados del mercado se concentran entre US$15.000 y US$25.000, con muy poca disponibilidad en ubicaciones bien posicionadas. Las propiedades más cercanas al mar o recientemente recicladas tienden a ubicarse en la parte alta de ese rango.
Por encima de ese nivel se encuentra el segmento medio alto, con unidades de mayor metraje, mejor diseño y servicios adicionales. En estos casos, los precios se ubican entre US$25.000 y US$35.000 por quincena, especialmente en Manantiales y áreas residenciales próximas a la costa.
Finalmente, el segmento premium reúne a las propiedades más exclusivas del mercado, tanto casas como departamentos en primera línea frente al mar o en enclaves de alta gama como José Ignacio. Allí, los valores parten desde US$35.000 y pueden superar los US$45.000 por quincena, con picos aún mayores en residencias de gran superficie y ubicación privilegiada.
La primera quincena de enero concentra la mayor presión de demanda y presenta niveles de ocupación muy altos, lo que sostiene los precios y reduce el margen de negociación. La segunda quincena y febrero muestran algo más de disponibilidad, aunque sin caídas significativas en los valores.
El escenario confirma que Punta del Este mantiene un mercado de alquileres de verano segmentado, con precios firmes y una fuerte preferencia por propiedades bien ubicadas, consolidando su perfil de destino premium dentro de la región.
