Funes suma una nueva propuesta gastronómica con la inminente apertura de María María Deli, un espacio pensado para quienes disfrutan de la buena pastelería, los vinos elegidos y los sabores cuidados. Ubicado en la esquina de Illia y San Nicolás, frente al barrio privado San Sebastian, el nuevo local combina tradición familiar, productos frescos y una ambientación cálida que invita a quedarse.
Este flamante local es el nuevo emprendimiento de los creadores de “María María Eventos”, el servicio de catering y salón de fiestas ubicado en Fisherton (Av. Jorge Newbery 9285, Rosario), que deleita a sus clientes con propuestas culinarias de excelencia. Ahora, la marca se expande con una apuesta más específica y soñada: una pastelería propia, abierta al público.
Detrás del proyecto está el corazón de una empresa familiar. El nombre María María rinde homenaje a la chef pastelera del grupo, María, que desde siempre soñó con tener su propio espacio dedicado exclusivamente a la pastelería. Y ese sueño finalmente se concretó.
“Siempre ofrecimos pastelería en nuestro salón, tanto para eventos como para clientes particulares que venían a comprar directamente. Pero esto es distinto. Es un paso más, un lugar pensado para que todos puedan disfrutar de nuestras cositas ricas en cualquier momento del día”, cuenta uno de los propietarios.
Pastelería artesanal, vinos boutique y más
El local tiene un concepto cálido, amplio y muy acogedor. El diseño se destaca por su gran mostrador de madera blanca ranurada, donde se exhiben tortas individuales, medianas y grandes, budines, cookies, alfajores de maicena y de leche almendra, entre otras delicias. Todo elaborado en la cocina propia ubicada en el mismo local, lo que garantiza frescura y calidad en cada bocado.
El gran protagonista es, sin duda, el rogel, en sus versiones grande y mediana. Es la estrella de la casa y el producto más pedido por sus fieles seguidores.
Pero María María Deli no es solo una pastelería. También ofrece una selección curada de vinos de bodegas boutique —etiquetas que no suelen encontrarse en supermercados— provenientes de Mendoza, Salta y la Patagonia. En sus estanterías se pueden descubrir verdaderas joyas enológicas, como los vinos de Humberto Canale.
A eso se suman quesos de primera línea como los de Huapi y De la Suerte, envasados al vacío o en cajita, todos seleccionados especialmente para ofrecer algo diferente a lo habitual.
Además, el local cuenta con una línea de productos salados congelados, ideales para disfrutar en casa. Entre ellos: empanaditas de bondiola, filos de tres quesos y de espinaca, soufflé de queso y el infaltable paté casero, una receta de la casa que ya es un clásico entre los clientes del catering.
Ubicados en una zona con alto crecimiento residencial, la nueva propuesta llega para cubrir una demanda clara: productos artesanales, de calidad, con identidad propia, ideales tanto para el día a día como para ocasiones especiales