Vassalli, la histórica fábrica de cosechadoras, paralizada por deudas salariales y protestas

Los trabajadores reclaman el pago de sueldos atrasados y aguinaldos, mientras la producción permanece casi detenida. La empresa atraviesa otra crisis que pone en duda su continuidad.

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En una asamblea los trabajadores, con la presencia de Diego Romero (Secretario General de la UOM Firmat) y Pablo Cerra (Abogado de la UOM Seccional Rosario) decidieron la toma de la empresa para prevenir el vaciamiento. Dentro de la fábrica quedaron los empleados que hace meses cobran parte de su sueldo en cheques sin fondos y los trabajadores despedidos el año pasado, que luego de un primer pago normal corrieron la misma suerte, recibiendo cheques que a la hora de cobrarlos fueron rechazados.

La Ruta Nacional 33 fue escenario de cortes y manifestaciones por parte de los empleados de Vassalli, la tradicional planta de cosechadoras de Firmat, Santa Fe. La protesta se desató ante la falta de pago de salarios de junio y julio, además del aguinaldo, una situación que los gremios califican como insostenible. “La gente tiene hambre, no podemos esperar más”, advirtió Diego Romero, dirigente de la UOM local.

La compañía, fundada en 1949 por Roque Vassalli, es un emblema de la industria argentina: fue la primera en fabricar cosechadoras autopropulsadas y hoy es la única de capital nacional en un mercado dominado por multinacionales. Con unos 280 empleados y un 5% de participación en el mercado interno, su paralización genera impacto directo en proveedores, concesionarios y en la economía de Firmat.

El conflicto se profundizó en los últimos meses: desde septiembre de 2024 los sueldos comenzaron a pagarse en cuotas y hace más de dos meses que directamente no se abonan. Los trabajadores señalan la falta de inversión en insumos y la ausencia del actual propietario, el empresario entrerriano Eduardo Marsó, quien había prometido duplicar la producción y alcanzar el 10% del mercado nacional.

La empresa sostiene que necesita terminar varias cosechadoras en proceso para obtener liquidez, pero los empleados denuncian que la línea de producción está prácticamente paralizada. En este contexto, el lunes está prevista una audiencia en Rosario con el Ministerio de Trabajo de Santa Fe para intentar destrabar el conflicto.

La crisis actual revive los fantasmas de 2018, cuando la compañía quebró y los trabajadores ocuparon la planta para evitar su vaciamiento. Ahora, la incertidumbre vuelve a instalarse sobre el futuro de Vassalli, un ícono de la industria nacional que enfrenta el riesgo de perder su lugar en la historia de la maquinaria agrícola argentina.

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