La Fórmula 1 llegará a Madrid a partir del 2026, pero ya el gobierno de la Comunidad de Madrid a cargo de Isabel Díaz Ayuso, calienta motores para sacarle un millonario rédito a la madre de todas las competencias.
Es que Madrid tendrá al gran premio hasta el 2035, y prevé 4.500 millones de euros de ingresos y 8.200 puestos de trabajo directos, a partir de 85.000 turistas que aterrizarán para ver la carrera.
Si subirse al coche con Fernando Alonso estuviera al alcance de los millonarios paquetes vip, no hay duda de que el asturiano competiría siempre con copiloto. Los estrategas de la industria deportiva especializados en experiencias para el aficionado estrujan sus mentes para intentar exprimir el hospitality y ofrecer paquetes de edición limitada que no están al alcance de cualquiera, uno de los pilares que vertebrará el plan de financiación del regreso de la F1 a Madrid. Las ofertas van más allá de eso que denominan en inglés «money cannot buy», porque el lujo en el caso del Gran Circo exige un fuerte desembolso para acceder al podio tras el popular descorche de champán, conocer a los mejores pilotos o tener una vista directa de la salida y la llegada a meta directamente sobre el carril de pits.
Con grandes premios como el de Miami en el retrovisor, Madrid busca superar la oferta actual al fan para lograr «el mejor espectáculo del mundo», como insistían las autoridades madrileñas esta semana en la puesta de largo del evento. La oferta es tan amplia como la rapidez necesaria para no quedarse sin el preciado tesoro, todo siempre con el objetivo de rentabilizar la potente inversión.
En el gran premio de la capital española está todo por construir, lo que es también una ventaja para picar un poco de la oferta de la ciudad y otro poco de otra diseñada desde la excelencia en la experiencia que se ambiciona. Empezando por el final, en ese Gran Premio de Miami, el segundo más costoso tras Las Vegas y el espejo para Madrid, los precios oficiales de las entradas oscilaban entre 460 y 735 euros por aficionado para los tres días.
Pero el gasto medio por persona es muy superior, con 1.780 euros, el doble de lo habitual en la ciudad, según Front Office Sports. Pero es sólo el acceso. A partir de esa entrada, en Miami abunda la oferta de paquetes de hotel, fiestas, cenas privadas y clubes con precios de 100.000 euros por mesa. Si la fiesta se alarga, por 200.000 euros hay fiestas con DJ famosos y experiencias especiales.
Ya si se accede a los paquetes oficiales de la carrera, que incluyen asiento en la tribuna y una foto en el podio, hay que abonar 1.200 euros, de acuerdo a los datos de Bloomberg. Ocupar uno de los preciados lugares en una tribuna más exclusiva, la Champion’s Club, que suma el acceso a boxes, ascendía a 3.670 euros por persona en el último día del circuito. El alojamiento adicional organizado por la F1 en un lujoso hotel elevaba el precio total a 5.500 euros.
El Paddock Club, zona de encuentro entre patrocinadores, empresarios y personalidades de la F1 sobre los boxes, es otra de las experiencias para sentir el rugido de los bólidos desde el asiento. Es un espacio exclusivo con capacidad limitada para invitados en suites privadas que dan a los garajes de los equipos y ofrecen excelentes vistas de la pista. Hay incluso una versión para empresas para llevar a los invitados a dar una vuelta por un circuito de F1 en la parte trasera de un camión de plataforma. Un ex piloto guía a la expedición a través de cada giro, curva y recta de alta velocidad. El precio es de casi 15.000 dólares.
Si se vuelve a tomar como referencia Miami, los operadores privados vendían en el último Gran Premio paquetes con acceso a la opción de conocer a los pilotos de F1 y recorrer la pista y traslados al hotel en una horquilla de entre 1.835 y 14.600 euros.
La F1 lanza una oferta vip para sus carreras como otra de las grandes apuestas para financiar la potente inversión del evento. «Ninguna otra experiencia te lleva tras bambalinas», promete. En el paquete F1 Garage los precios oscilan entre 5.500 euros y casi 120.000 para una familia de cuatro personas -60.000 euros si se trata de una pareja- y varían según carreras para cubrir la experiencia los tres días de carrera. Se trata de un nivel top de hospitalidad con posibilidad de acceder a los garajes de los pilotos, pasar al Paddock durante tres días, menús a la carta por renombrados chefs, barra libre prémium, paseos diarios por el Pit Lane o a boxes para observar a los equipos preparar los coches para competir o acceso a la celebración del podio.
Fuente: Diario Expansión
