El precio del oro está haciendo una exhibición de fuerza en 2023 con una subida de casi el 12%, por encima de los 2.000 dólares por onza (2032 el viernes pasado), que lo ha llevado hasta nuevos máximos históricos.
El metal amarillo hace valer su condición de valor refugio en un escenario de altos tipos de interés en todo el mundo y de altos niveles de inflación. Y lo está revalidando justo ahora, cuando el mercado apuesta porque el precio del dinero empezará a bajar antes de lo esperado.
Aunque los expertos creen que la valoración de oro es ya muy exigente tras la fuerte ganancia acumulada este año, el rey de los metales vuelve a imponerse como opción imprescindible en una cartera diversificada.
¿Cuáles son sus principales ventajas? La primera es que goza de liquidez absoluta. Cotiza 24 horas al día de lunes a viernes, lo que supone que siempre se conoce su valor de mercado. Otra de las grandes diferencias con el resto de activos es su valor intrínseco, ya que no se trata de un apunte contable y por lo tanto no puede suspender pagos.
Hay varias formas de invertir en oro. Una primera opción, muy utilizada tradicionalmente, es la de comprar oro físico de inversión de forma presencial en un establecimiento autorizado. Para ello, el oro debe tener unas características concretas que según la Agencia Tributaria son las siguientes: deben ser lingotes o láminas de oro de ley igual o superior a 995 milésimas de más de dos gramos.
También tienen este tratamiento las monedas de oro que reúnan los siguientes requisitos: que sean de ley igual o superior a 900 milésimas, que hayan sido acuñadas con posterioridad al año 1800, y que no sean o hayan sido moneda de curso legal en su país de origen.
La segunda opción es tomar posiciones en oro a través de ETF de productos derivados de oro. Se trata de fondos cotizados cuyo precio estará ligado a la evolución del precio del oro.
Otra vía de acceso son los fondos de inversión. En este caso hay que tener en cuenta que estos productos normalmente no invierten directamente en oro, sino en compañías mineras y en empresas relacionadas con el sector.
Las previsiones de los expertos son muy variadas. Bankinter cree que cerrará en los 1.800 euros en 2024 y en los 1.700 en 2025.
Fuente: Expansión, medio español especializado en negocios y finanzas