La Finca I, el barrio cerrado ubicado sobre Av Illia en el límite con Fisherton, comienza a develar una cantidad de detalles que componen la personalidad de un desarrollo con marcada impronta cuyana. En este sentido, la escenografía planificada para los espacios verdes y el club house, protagonizan el diferencial del nuevo country club.
Con Bruno Ceroi, miembro del grupo desarrollador, El Occidental repasa los sofisticados detalles y la jerarquía de las instalaciones que convierten a La Finca I, en el Barrio “boutique” de la ciudad.
Ya en la tercera etapa de comercialización de un total de 444 lotes con superficies a partir de los 800 m2, el joven empresario proporcionó imágenes y videos que recrean el futuro club house, que alberga un restaurante y un club de vinos.
“Hemos generado numerosos espacios, tanto para aquellos que buscan intimidad, como para los que desean pasar momentos junto con amigos. Como verán en los renders, así como se podrá disfrutar de la privacidad de los livings, hay barras y mesones para encuentros numerosos”, describe el empresario, agregando: “la galería del club tiene la misma jerarquía del espacio interior, donde se repiten livings y la barra que mira al parque”.
“El club house es un espacio que desde un inicio tuvo mucho peso en el proyecto”, definió Ceroi ya abocado a definir la dirección del restaurante y el club de vinos: “apuntamos a concesionar a un empresario gastronómico de reconocida trayectoria”.
Sobre la comercialización de La Finca II, el segundo barrio cerrado del mismo grupo empresario liderado por Carlos Araujo, Ceroi confió: “Se está vendiendo muy bien y muy rápido. En este caso se trata de lotes más chicos, a partir de los 608 m2”.
El nuevo emprendimiento ubicado en tierras que pertenecieron a la Estancia La Polola, contempla un barrio cerrado, un barrio abierto y dos áreas comerciales.