La casa de Funes vecina a las vías del tren y con vista a la pista del Aeropuerto, es la gran protagonista de la Revista Living

La vivienda sustentable con 7 patios, es producto de la remodelación de una construcción existente

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Un sistema de persianas metálicas rescatadas de demoliciones y diseñadas con un sistema rebatible-corredizo, permite cerrar por completo una de las galerías. Como parte del sistema sustentable de la casa, se instaló un termotanque solar en la terraza, orientado 100% al norte.

Funes es sin dudas una gran vidriera arquitectónica, que exhibe estilos para todos los gustos.

En este caso, la prestigiosa Revista Living, referente de la arquitectura y el interiorismo, dedica varias páginas a una casa ubicada en las cercanías de las vías del tren, con vista franca a la pista del Aeropuerto de Fisherton.

Los ambientes más privados están en los volúmenes opacos, revestidos en ladrillo rojo y ubicados en los dos extremos del lote hacia las medianeras.

Sus propietarios, una pareja de arquitectos, decidieron remodelar una casa recibida en herencia, con fuertes lazos familiares.

Edificada en doble planta, en el nivel superior hay un estudio; abajo, un gran ambiente central con living y comedor, 4 baños, cocina, quincho con parrilla, tres habitaciones (la principal en suite) y, en un despliegue de verde total, siete patios que aseguran la ventilación cruzada y sol en invierno.

Al recorrer el gran ambiente central, notamos que no hay elementos decorativos (ni cuadros, ni adornos o muebles pequeños); la falta de ornamentos es una constante en la casa.

Implantada en el terreno de forma horizontal, la casa abarca su ancho total de medianera a medianera.

La preponderancia es de los materiales nobles puestos en juego: hormigón con terminación tabla para los tabiques y fondos de losa; ladrillos rojos de impronta rústica puestos de cara de los muros y los pisos de madera.

Para los muebles empotrados -como bibliotecas y placares- y para las puertas interiores, se eligió una misma madera: fenólicos con terminación de pino (con pocos nudos). 

La cocina está vinculada al comedor mediante un mueble tipo pasaplatos abierto. El espacio se abre hacia una de las galerías, que funciona de alero para las aberturas y la mantiene fresca en el verano.

Sol y sombra a conveniencia, pero siempre luz.

Su propuesta para los patios les cerró por todos lados: trabajar con especies silvestres y nativas recolectadas de humedales, montes y banquinas de las rutas santafesinas, y su traslado a patios domésticos, pensando en la continuidad biológica del ecosistema nativo.

Una escalera liviana visualmente conecta con la planta alta, donde hay una oficina. Al igual que otros ambientes de la casa, el escritorio tiene aleros de protección de hormigón. Al norte, este es más ancho: tiene la misma medida que la ventana para que el sol no impacte sobre la mesa escritorio en la que se trabaja. Al sur, protege de las tormentas y lluvias.

Al fondo, uno de los 7 patios que le da luz al sector de la escalera y a los dormitorios.

Pensado para recibir y compartir, el quincho tiene una generosa parrilla y da a uno de los patios que le suma luz y conexión con el verde.

Los patios íntimos que contienen las aberturas de los dormitorios les permiten ver la luna y las estrellas en las noches sin nubes, o la lluvia al caer sobre las plantas, acostados desde las camas. Tienen el cierre por seguridad en la parte superior, por lo que no necesitan de cerramientos visuales como son las persianas o cortinas de enrollar.

La conjunción de texturas, el verde de los patios y el ingreso de luz desde diferentes alturas les da a los interiores un diseño en calidad espacial muy particular.

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