Gerdau es la primera productora de acero en certificar operaciones en Argentina y Uruguay

De esta manera, ambos países se suman ahora a otras operaciones de Gerdau que ya han obtenido la certificación, incluyendo Perú (Siderperu), México (Gerdau Corsa), Estados Unidos y Canadá.

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Gerdau, una de las principales empresas productoras de aceros largos en América Latina, anunció que sus operaciones de Argentina y Uruguay han sido certificadas como Empresa B. Este reconocimiento posiciona a la compañía como pionera en la industria siderúrgica por su compromiso con el desarrollo sostenible, la innovación y la creación de valor para las comunidades.

Con más de 124 años de historia, Gerdau está presente en Argentina desde 1998 -con plantas industriales en la ciudad de Pérez, Santa Fe y en Uruguay desde hace más de 40 años, con su planta ubicada en Montevideo. Desde entonces, ha contribuido de manera sostenida al desarrollo de ambos países, ofreciendo productos de acero de alta calidad.

De esta manera, Argentina y Uruguay se suman ahora a otras operaciones de Gerdau que ya han obtenido la certificación, incluyendo Perú (Siderperu), México (Gerdau Corsa), Estados Unidos y Canadá.

La certificación forma parte central de la estrategia de sostenibilidad de la empresa y reconoce sus iniciativas y buenas prácticas en materia ambiental, social y de gobernanza, alineadas con su propósito de empoderar a las personas que construyen el futuro, dejando un legado positivo para la sociedad.

“Obtener esta certificación en Argentina y Uruguay es un hito que refuerza nuestro compromiso de construir un futuro más sostenible, impactando positivamente a las comunidades donde operamos y ofreciendo productos de alto valor agregado a nuestros clientes”, expresó Guillermo Maglieri, director ejecutivo de Gerdau en Argentina y Uruguay.

La certificación como Empresa B se otorga a organizaciones que cumplen con estrictos estándares de desempeño social, ambiental y de gobernanza, demostrando su capacidad para generar un impacto positivo en el entorno mientras mantienen un modelo de negocio sostenible.

“Celebramos con gran entusiasmo la certificación de Gerdau Argentina y Uruguay como Empresa B. Su incorporación a la Comunidad B es una señal potente de que el sector industrial también puede liderar la transición hacia una economía más inclusiva, equitativa y regenerativa”, expresó Francisco Murray, director ejecutivo de Sistema B Internacional.

Ser una Empresa B implica integrar una comunidad global comprometida con altos estándares de desempeño social, ambiental, transparencia y responsabilidad y las operaciones de Gerdau en Argentina y Uruguay se destacan por alinear su modelo de negocio con un compromiso por estos principios.

Producción sostenible: Gerdau es la recicladora de chatarra ferrosa más grande de América Latina, impulsando la economía circular y minimizando la demanda de recursos naturales. En Argentina, más del 90% del acero producido proviene del reciclaje de chatarra, mientras que en Uruguay ese porcentaje alcanza el 100%. Además, se recicla más del 98% del agua utilizada en los procesos productivos, demostrando un uso eficiente de los recursos hídricos. La empresa integra a recicladores locales a la cadena de valor mediante un programa de desarrollo de proveedores, generando beneficios sociales, ambientales y económicos. También implementó una Política de Fletes y Envíos con menor impacto ambiental, optimizando la logística para reducir su huella de carbono.

Impacto social: La empresa genera oportunidades de empleo directo e indirecto, fomenta programas de voluntariado corporativo y promueve activamente la diversidad y la inclusión. Sus programas de Responsabilidad Social se enfocan en los pilares de Educación, Vivienda y Reciclaje, beneficiando a miles de personas en las comunidades donde opera. A nivel organizacional, las evaluaciones de desempeño incorporan formalmente aspectos sociales y ambientales para todos los colaboradores. Asimismo, los temas están integrados en las descripciones de puestos, con metas socioambientales, asegurando coherencia entre los objetivos estratégicos y la gestión diaria, priorizando la seguridad de todas las personas sobre cualquier resultado.

El camino hacia la certificación implicó revisar y sistematizar prácticas existentes, detectar oportunidades de mejora y trabajar de manera transversal con toda la cadena de valor.

La evaluación realizada por B Lab analizó 5 áreas de impacto: Gobernanza, Trabajadores, Clientes, Comunidad y Medio Ambiente. Desde 2020, con la definición de su matriz de materialidad, la compañía inició una transformación que sirvió como base para esta certificación. El proceso en las operaciones de Argentina y Uruguay comenzó a fines de 2023 y se extendió por más de un año, incluyendo diagnóstico, planificación y preparación de materiales requeridos en el proceso. Gracias al trabajo conjunto de sus equipos, la empresa alcanzó los exigentes estándares que hoy consolidan su compromiso con el desarrollo sostenible.

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