En un contexto económico volátil, el sector automotor muestra señales firmes de recuperación. Así lo asegura Sebastián Vázquez, director de Neostar, quien destaca que el mercado crece en volumen, se reactiva la oferta de modelos importados y la financiación subsidiada sigue siendo un motor clave.
“Comparado con el año pasado, el sector está creciendo. Si mirás cifras año contra año, hay un aumento superior al 70%. La demanda sigue fuerte y muchos todavía ven al auto como refugio de valor”, explica Vázquez.
Después de varios años en los que el mercado operó muy por debajo de su potencial —con volúmenes de entre 300 mil y 500 mil unidades anuales, muy lejos del ideal de 800 mil—, el 2024 muestra otra cara. “Se estima un mercado de 600 mil unidades, contra 400 mil del año pasado, lo que implica un crecimiento cercano al 50%”, detalla el directivo.
Financiación, el gran motor
Uno de los pilares que sostiene el repunte es la financiación directa ofrecida por las terminales. “Hoy se vende muchísimo por crédito. Las tasas bancarias, si no están subsidiadas, son inaccesibles. En cambio, marcas como Jeep, Nissan, Chevrolet, RAM y Honda están ofreciendo tasas subsidiadas, en muchos casos con financiación a tasa cero”, afirma Vázquez. Los plazos son relativamente cortos —12 a 18 meses—, pero el diferencial frente a la inflación convierte a estas propuestas en una oportunidad real.
Vuelven los importados
Otro factor determinante es la normalización parcial del flujo de importaciones. “El año pasado muchas marcas estaban prácticamente paralizadas porque no podían importar. Este año, con un cambio en las reglas y un esquema más previsible para pagos al exterior, volvimos a ver crecimiento en líneas como Kia, Suzuki y Subaru”, señala. En el caso de Neostar, el relanzamiento de modelos importados tuvo un impacto inmediato: “Con el Kia K3, por ejemplo, tenemos mucha más demanda que oferta. Tuvimos que cortar la preventa porque no tenemos certezas de las próximas asignaciones”.
La mejora en la variedad de productos también comienza a modificar la estructura competitiva del mercado. “Durante mucho tiempo, los autos más vendidos eran de producción local, como el Fiat Cronos o el Peugeot 208. Hoy, los productos importados ofrecen mejor diseño, seguridad y equipamiento, y eso empieza a notarse en la elección del consumidor”, comenta Vázquez.
Segmentos diferenciados
Si bien el crecimiento es general, no todos los segmentos se comportan igual. “En el caso de las pick-ups, donde hay mucha producción nacional, el mercado es más competitivo. Ahí tenemos que aplicar descuentos agresivos para cerrar operaciones”, advierte.
Prolijidad operativa, clave para sobrevivir
El repunte de la actividad no significa margen para el descuido. “Hoy, más que nunca, hay que ser extremadamente prolijo. Los gastos fijos subieron mucho, los sueldos en relación al valor del auto también. Antes, la inflación te licuaba errores. Hoy, si no sos eficiente de puertas para adentro, te puede ir mal aunque vendas”, resume.
Perspectivas 2025
De cara al año que viene, Vázquez se muestra optimista pero cauto. “Vemos un mercado con más opciones y más competencia. Va a ser un año de oportunidades para los clientes, pero también de desafíos para las empresas. Hay que prepararse”.