Un intento de intrusión registrado durante la noche del jueves en el barrio cerrado Los Álamos, en la localidad de Ibarlucea, fue desactivado sin que se produjera el ingreso de personas al interior del predio, gracias a la detección temprana del sistema de monitoreo y al rápido accionar del personal de seguridad.
Según la información a la que accedió El Occidental, los delincuentes movieron deliberadamente una cámara del perímetro con el objetivo de generar una ventana de acceso. La maniobra fue advertida en tiempo real por el centro de monitoreo, que dio aviso inmediato a la guardia. El protocolo se activó de manera coordinada y el incidente fue cerrado sin daños ni robos consumados.
En diálogo con este medio, Juan Manuel Acedo, CEO de A&T Computers, explicó que este tipo de acciones forman parte de un patrón que se repite en distintos hechos recientes.
“En muchos casos, el primer paso no es el ingreso directo sino una prueba del sistema: mover una cámara, forzar un punto del cerco o generar una distracción para medir tiempos de respuesta”, señaló.
Acedo remarcó que la diferencia entre un hecho frustrado y un robo consumado suele estar en la detección temprana. “Cuando el monitoreo está activo y hay reacción inmediata, el delito no progresa. El problema aparece cuando esas alertas no existen o cuando el sistema es obsoleto y no permite advertir la maniobra en el momento”, agregó.
El episodio en Los Álamos se produjo en una semana especialmente sensible en materia de seguridad para los barrios privados de la región. Como antecedente cercano, en la madrugada de Navidad el barrio cerrado Cadaqués fue escenario de robos tipo escruche en varias viviendas, tras el ingreso por un punto vulnerable del cerco perimetral y una prolongada permanencia de los delincuentes dentro del predio.
Sin detenerse en un caso puntual, Acedo subrayó que estos hechos exponen una constante: “Los perímetros con circulación abierta, los cercos sin refuerzos tecnológicos y las cámaras sin monitoreo activo son los puntos más buscados. No se trata de hechos al azar, sino de acciones planificadas”.
En el caso de Los Álamos, la intervención a tiempo evitó que la maniobra avanzara. El incidente fue dado por finalizado tras la verificación del sector comprometido y no se registraron situaciones posteriores.
