El mercado automotor argentino vive una transformación profunda. Este miércoles, la compañía china BYD — la mayor fabricante de autos eléctricos del mundo— inicia oficialmente sus operaciones en el país, en lo que representa un movimiento estratégico de gran impacto para la industria local.
El desembarco se produce en un contexto de apertura comercial: el Gobierno habilitó la importación de 50.000 vehículos electrificados sin aranceles durante 2025, un beneficio que se renovará con un nuevo cupo para 2026. La medida busca impulsar la transición hacia una movilidad más sustentable, pero también introduce una competencia directa con las terminales instaladas en Argentina.
El ingreso de BYD marca el inicio de una ofensiva asiática en el mercado regional. En los últimos meses, Great Wall Motor (GWM) inauguró una planta en Brasil y anunció inversiones locales, mientras Dongfeng (DFSK) confirmó el inicio de sus operaciones en Argentina con una línea de utilitarios eléctricos.
BYD ya lanzó una preventa de tres modelos —el Yuan Pro (SUV urbano), el Dolphin Mini (hatchback eléctrico) y el Song Pro DM-i (híbrido enchufable) — con reservas de US$ 500. Los precios finales se darán a conocer en los próximos días, aunque se estima que estarán entre US$ 23.000 y US$ 38.000, un rango competitivo frente a las opciones de combustión interna disponibles en el país.
La firma no descarta desarrollar una red de carga eléctrica propia, en alianza con socios locales, lo que podría contribuir a reducir una de las principales limitaciones del mercado argentino: la falta de infraestructura para vehículos eléctricos.
Con 4,27 millones de unidades vendidas en 2024, BYD se consolidó como la tercera automotriz más grande del mundo, detrás de Toyota y Volkswagen. Su llegada al país representa una señal de cambio en la estructura del mercado, históricamente dominado por las marcas tradicionales.
El nuevo escenario encuentra a la producción local en descenso: según la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), en septiembre se fabricaron 47.108 unidades, un 5% menos que en el mismo mes de 2024, acumulando tres meses consecutivos de caída.
La irrupción de BYD y de otras automotrices chinas redefine el tablero. No solo introduce nuevas tecnologías y precios más competitivos, sino que también desafía a la industria nacional a acelerar su reconversión hacia la movilidad eléctrica. Argentina se prepara, así, para un cambio de era en el transporte, impulsado por la innovación global y la presión de un mercado que empieza a electrificarse.