Café Martínez se consolidó como una de las cadenas de café más emblemáticas del país. Con casi un siglo de historia y presencia en Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, la marca ya suma más de 230 locales y sostiene un plan agresivo de expansión basado en el sistema de franquicias, que se presenta como una opción concreta para inversores que buscan entrar en la gastronomía con el respaldo de una enseña conocida.
Cuánto cuesta ser franquiciado de Café Martínez
Según información oficial de la compañía y datos de mercado, el monto a invertir depende del formato elegido por el futuro franquiciado:
- Tienda tradicional: la inversión inicial parte de u$s 120.000.
- Stand comercial: formato más compacto, pensado para shoppings, estaciones o espacios de alto tránsito, con un punto de entrada desde u$s 50.000.
Ambas alternativas se adaptan al perfil del inversor y a las características del local (dimensiones, ubicación, flujo peatonal y mix comercial del entorno). Además, la empresa señala que existen acuerdos con entidades financieras para financiar parte del proyecto, aunque la aprobación y las condiciones se definen caso por caso, en función de cada franquiciado.
Plazo de recupero y ticket promedio
Uno de los datos que más miran los interesados es el tiempo estimado de recupero del capital. En el caso de Café Martínez, la marca proyecta un retorno de la inversión entre los 28 y los 36 meses, siempre condicionado por variables como el formato elegido, la ubicación puntual, la estructura de costos y la capacidad de gestión del franquiciado.
Otro indicador relevante es el ticket promedio: de acuerdo al último dato informado por la firma, en mayo se ubicó en torno a los $14.000 por cliente, lo que da una referencia de facturación potencial por visita y ayuda a proyectar ingresos según el flujo estimado de consumidores.
Qué ofrece la marca al inversor
Desde la compañía destacan que uno de los diferenciales de la franquicia es el acompañamiento integral al nuevo socio:
- Asistencia en la búsqueda y selección del local.
- Proyecto y armado del punto de venta según los estándares de la cadena.
- Capacitación inicial y continua para el franquiciado y su equipo.
- Acompañamiento en la apertura y soporte en la gestión operativa diaria.
- Campañas de marketing nacionales y acciones de comunicación local.
- Soporte en abastecimiento y proveedores, con procesos y manuales ya estandarizados.
Este know-how acumulado busca reducir parte de los riesgos operativos típicos de un emprendimiento gastronómico independiente y permite al inversor apalancarse en una marca con fuerte recordación entre los consumidores argentinos.
Inversión alta y contexto desafiante
Pese a las ventajas de trabajar con una cadena consolidada, el artículo subraya que la inversión no es baja, especialmente en el formato tradicional, que exige al menos u$s 120.000. A esto se suma que el plazo de recupero es estimado y puede extenderse si los costos operativos aumentan por encima de lo previsto o si la facturación no acompaña las proyecciones iniciales.
Factores macroeconómicos como la inflación, los costos de importación, el precio de insumos clave (café, insumos de empaque, equipamiento) y la dificultad para ajustar precios al ritmo de los costos, también pueden presionar los márgenes y alargar los tiempos para recuperar el capital invertido.
El sistema de franquicias, bajo la lupa
El informe cita además datos de la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF), que muestran un sistema que sigue en expansión, aunque con mayores exigencias de capital:
- El 92% de las cadenas sigue buscando nuevos franquiciados.
- En seis meses se sumaron 163 nuevos puntos de venta y se generaron 34.746 empleos directos en todo el país.
- El 74% de las franquicias requiere hoy inversiones de entre u$s 16.000 y u$s 100.000, mientras que un 21% demanda montos superiores y solo un 5% puede encararse con menos de u$s 15.000.
- Un 89% de las marcas registró subas en la inversión inicial medida en dólares, lo que, junto con la dificultad para seguir el ritmo de la inflación con los precios de venta, llevó a que más empresas perciban que el retorno de la inversión es más lento que lo planificado.
En ese escenario, la franquicia de Café Martínez se posiciona como una alternativa de inversión en el segmento de cafeterías de marca, con inversiones que arrancan en los u$s 50.000, pero que exigen capital, profesionalización y una gestión activa por parte del franquiciado para alcanzar los plazos de recupero que la compañía proyecta.
