Con conexión directa al histórico Campo de la Gloria, ubicado a 200 metros del predio donde se iniciarán las obras de Mira Río, la costa sanlorencina ganará con la iniciativa inmobiliaria un nuevo paseo costero con senderos peatonales, un muelle de acceso público y bicisendas a la vera del Paraná.
El proyecto contará con áreas residenciales, oficinas y comercios, combinando así los paisajes que se replican en la zona de Puerto Norte de Rosario, con un amplio muelle costero que recuerda al paseo de Costa Alta. Mira Río sumará la posibilidad de acceder finalmente a la vera del río, que actualmente solo se observa desde la barranca.
El proyecto fue aprobado por el Concejo Municipal de San Lorenzo y generará plusvalía y puesta en valor para toda la zona costera, “agregando servicios y mejorando también la seguridad para los vecinos”, destacan sus impulsores. “Hay un legado importante para la ciudad, va a revalorizarla y se realizarán importantes obras para preservar la barranca, que en la actualidad pierde un metro por año por la misma erosión. Ya hay un estudio importante de batimetría para conocer el lecho del río en nuestra zona y está previsto un trabajo de reducir su ángulo, inclinarla para preservarla y a la vez sumar infraestructura”, destacaron.
El sector residencial recuerda al de la zona de Puerto Norte, en Rosario, donde dos edificios bajos, de residencias y oficinas corporativas y locales orientados a lo gastronómico son impulsores visitas a la zona y punto turístico en sí mismo. Además, en el río se gana un muelle con el que hoy la ciudad no cuenta, un espacio de circulación que hoy no existe.
Aquella zona de circulación se integra al paseo costero que se integra con los ya existentes sobre la barranca y conecta con un gran muelle que dará marco a Mira Río.
“En esa zona que se conectará con el Campo de la Gloria, San Lorenzo descubrirá un nuevo paisaje que se transformará en una nueva atracción turística y espacio recreativo para toda la comunidad, en comunión con el río Paraná”, aseguran y agregan que “a partir de un profundo análisis de las barrancas, que serán adecuadas para evitar la erosión, se incorporarán especies autóctonas que conformarán un parque habitado por colibríes, aves acuáticas e insectos benéficos que embellecen el paisaje ribereño”.