El barrio cerrado Puerto Roldán, uno de los desarrollos inmobiliarios de la ciudad de Roldán, se encuentra atravesando un momento particular: más de 80 viviendas y lotes se encuentran actualmente a la venta, lo que lo posiciona como uno de los barrios privados con mayor rotación del mercado en la región.
Con casi 20 años de historia y emplazado estratégicamente sobre la autopista Rosario-Córdoba, el barrio fue diseñado para ofrecer calidad de vida en un entorno natural con servicios de primer nivel. Sin embargo, en los últimos años comenzaron a visibilizarse algunas tensiones internas y dificultades estructurales que alimentan este fenómeno inmobiliario.
Un barrio con muchas caras (y precios)
Según portales como Zonaprop y Trovit, la oferta actual incluye casas que van desde los USD 220.000 hasta USD 750.000, dependiendo de su ubicación, vistas, superficie y nivel de equipamiento.
- 🏡 Alta gama: propiedades de más de 400 m², con muelle, cine privado, pileta y vistas al lago, llegan a cotizar USD 750.000.
- 🏠 Opción intermedia: viviendas de 144 m² con cochera doble y jardín, rondan los USD 300.000 a 400.000.
- 🏘️ Más accesibles: casas de 110 m², con tres ambientes y equipamiento básico, se ofrecen desde USD 220.000.
El barrio cuenta con unas 400 parcelas distribuidas en 90 hectáreas, con un lago artificial de 12 hectáreas apto para deportes náuticos, lo que refuerza su atractivo para quienes buscan tranquilidad y naturaleza a minutos de Rosario.
Servicios premium, costos elevados
Puerto Roldán dispone de seguridad privada 24 horas, Club House con restaurante, gimnasio, pileta, canchas de tenis, fútbol y golf, además de senderos verdes, circuito aeróbico y actividades acuáticas. No obstante, las expensas mensuales, que alcanzan los $500.000, comenzaron a representar un desafío creciente para algunos propietarios.
¿Qué hay detrás del auge de propiedades en venta?
Desde 2023, distintos actores del sector inmobiliario advierten un aumento sostenido en la cantidad de casas y lotes ofrecidos. Si bien parte de este movimiento responde a cambios naturales en los ciclos familiares (hijos que crecen, cambios de estilo de vida, reducción de gastos), también existen factores estructurales que complejizan el panorama:
- Acceso desigual al barrio: Muchos terrenos fueron comercializados a precios muy bajos años atrás, lo que permitió el ingreso de propietarios a través de créditos como el Procrear. Sin embargo, hoy algunos no logran afrontar el costo mensual de las expensas.
- Servicios insuficientes: Pese a los altos valores de mantenimiento, las calles presentan un deterioro significativo, y algunos vecinos afirman que la prestación de servicios no está a la altura del costo.
- Gestión comunitaria con desafíos: Actualmente, la administración está en manos de un consejo de propietarios que intenta revertir la situación, pero el malestar entre parte de los vecinos es palpable. Se habla incluso de una comunidad con tensiones internas y falta de consensos.
- Infraestructura colapsada: El crecimiento rápido no fue acompañado por una planificación de largo plazo, lo que generó cuellos de botella en el mantenimiento básico y en los fondos de reserva.
¿Oportunidad o señal de advertencia?
El fenómeno de Puerto Roldán deja abiertas varias lecturas. Por un lado, representa una oportunidad para quienes buscan acceder a una urbanización cerrada con entorno natural, en un mercado donde la oferta supera a la demanda. Por otro, pone sobre la mesa las tensiones propias de un modelo de desarrollo urbano basado en la expansión rápida sin suficiente respaldo en infraestructura y gestión comunitaria.
El barrio sigue siendo deseado por familias de entre 35 y 50 años que priorizan calidad de vida, naturaleza y seguridad. Pero el modelo se encuentra en un punto de inflexión, donde deberá repensarse el equilibrio entre accesibilidad, servicios y sostenibilidad.