CIBIC, el laboratorio especializado en el diagnóstico clínico y el desarrollo de la biotecnología, encara un año de expansión tanto en la ciudad de Funes como en Rosario. Si bien la demanda de análisis clínicos mermó sustancialmente tras dejar atrás los efectos de la pandemia, la empresa fundada por el Profesor Dr Oscar Fay a inicios de los ‘90, ha capitalizado la millonaria inversión en equipos de última generación, captando pacientes que requieren estudios más específicos, así como laboratorios de análisis de todo el país que tercerizan diagnósticos más complejos.
“Estamos finalizando un nuevo laboratorio en zona sur -San Martín al 5100-, un sector de la ciudad que no teníamos cubierto, previendo finalizar la obra en marzo próximo. Continuando con nuestra expansión en Rosario, también estamos enfocados en una importante ampliación de nuestro centro de calle Zeballos al 200 donde también se encuentra nuestro Centro de Producción, Investigación y Desarrollo”, detalló a El Occidental, Fabián Fay, Presidente del laboratorio.
Continuando con el cronograma de obras, ya enfocado en Funes, Fay confirmó: «En el segundo semestre comenzamos con la obra de CIBIC en Vida Multiespacio”, precisando además: “Se trata de un edificio sustentable de más de 500 m2, que contará con certificación ambiental, lo cual toma un tiempo mayor a la de una obra convencional”.
En el segundo semestre comenzamos con la obra de CIBIC en Vida Multiespacio
El crecimiento de una empresa en un mercado que se achica
¿Cómo explicar el fenómeno CIBIC en un mercado que según confirma el propio Fay, se viene retrayendo?
“Por un lado la crisis sanitaria del COVID fue superada y con ello la demanda de test bajó sustancialmente, sumado a que mucha gente opta por los autotest. Las autorizaciones por parte de obras sociales y prepagas también son ahora más estrictas, en síntesis la retracción de la demanda es multicausal, pero aún así nosotros crecemos fundamentalmente porque hay una clara tendencia a la concentración de laboratorios que realizan análisis complejos”, explica el profesional.
“CIBIC realizó una importante inversión en equipos que le permiten diagnósticos de alta complejidad. De este modo muchos laboratorios tercerizan muchos estudios y en este sentido nosotros trabajamos con un buen nivel de demanda de todo el país”.
La otra ventaja competitiva de la empresa radica en la capacidad de stock de reactivos importados, una limitante con la que lucha un sector que no está exento a las restricciones de las importaciones del resto de los sectores productivos del país. “Los reactivos son en un alto porcentaje, importados, diría casi en un 100%, con la ventaja que los grandes laboratorios tienen una filial local con un sistema de acopio. Podríamos decir en este sentido, que hoy por hoy la situación está salvada. Ahora en el área de la genómica, el tema es mucho más complejo, y allí debemos ‘sobre estockearnos’ para prevenir los vaivenes de las políticas restrictivas”.
Consultado sobre la retención de talentos, otro de los escollos que enfrentan las empresas a la hora de reclutar recursos humanos de alta formación, Fay analizó: “La alta tasa de rotación hay que tomarla como un dato de la realidad. Nosotros sabemos que un joven profesional que accede a nuestros laboratorios con equipos de última generación logra un potencial que es requerido por otras empresas. Lo que nos queda para salvar esta situación es planificar para generar permanentemente cuadros que reemplacen a los que se van”, sostuvo el directivo que lidera la emblemática empresa familiar con 350 puestos de trabajo.