Fisherton recibe un nuevo desarrollo residencial para seguir consolidando la nueva estética urbana que amalgama las tradicionales casonas de estilo inglés con la modernidad de los condominios, el nuevo formato que encontró en el señorial barrio de Rosario un entorno amigable y funcional. Se trata de un condominio cerrado de baja altura, ubicado en Wilde 455 Bis., sobre un terreno de 2500 metros cuadrados ejecutado por M2 Desarrollos Inmobiliarios.
El desarrollo contempla espacios verdes exclusivos para cada unidad residencial y prestaciones de uso común, como un salón de usos múltiples, un gimnasio y una plaza seca. En total, dispondrá de tres unidades tipo departamentos, con dos dormitorios y balcón; habrá 13 unidades tipo dúplex de 2, 3 y 4 dormitorios con terrazas exclusivas; por último, se construirá una unidad tipo local comercial o consultorio. En el caso de los dúplex, cada uno dispondrá de una piscina, un área de parrillero y una pérgola en la propiedad.
El nuevo desarrollo se trata de un condominio cerrado de baja altura, ubicado en Wilde 455 Bis., sobre un terreno de 2500 metros cuadrados ejecutado por M2 Desarrollos Inmobiliarios.
Según adelantaron desde la desarrolladora, el frente que da a la calle Wilde, tendrá un estilo vidriado y un acceso peatonal. Allí se emplazará también la plaza seca. Frente al desarrollo se ubica la plaza Vicente López y Planes. A unos pocos metros corre el Boulevard Argentino y, poco más lejos, en dirección al sur, se encuentra la Ruta 9.
En los últimos años, incluso antes de la llegada de la pandemia, Fisherton marcó la tendencia verde a partir de estos condominios, una suerte de barrios cerrados en altura muy funcionales a las grandes superficies ocupadas por casonas que se van sumando a la venta. Un proceso que décadas atrás se vio en el magnífico corredor de Bv Oroño, cuyas mansiones fueron preservadas por centros médicos, aseguradoras y entidades bancarias.
Fisherton marcó la tendencia verde a partir de estos condominios, una suerte de barrios cerrados en altura muy funcionales a las grandes superficies ocupadas por casonas que se van sumando a la venta.
Si bien el proceso de Fisherton apunta fundamentalmente a lo residencial, el Paseo Aldea supo marcar el inicio de un polo gastronómico al igual que la oferta del Fisherton Plaza y apuestas como Gimme Shelter poniendo en valor un caserón del siglo XIX. El techo aún no puede medirse, los servicios crecerán a tono con el crecimiento demográfico del barrio, que prepara para los próximos años propuestas tope de gama como es el caso de Fisherton Park, el proyecto arquitectónico de Carlos Ott, cuya jerarquía edilicia se compara con las torres Quinquela de la costa central; pasando por Único Golf, la propuesta de Autocrédito que ya despunta sobre Ruta 9, cuyos comercializadores aseguran precios muy competitivos en relación a similares construcciones en Puerto Norte y Pichincha. Sin dejar afuera a Ayres de Fisherton, condominios construidos por MSR Inversiones y Desarrollos, pronta a dar noticias sobre un nuevo proyecto destinado al segmento premium en la misma zona residencial.