Por Fabiana Suárez
Carlos Araujo es un hombre polifacético, ventaja que le otorga un plus al momento de analizar el sector productivo argentino.
Sus trabajos en el exterior y su paso como presidente de la Unión Argentina de Rugby, le sumaron una comprensión global de los mercados y sus diferentes idiosincrasias.
Titular de una bodega homónima, dueño de Manferro y Orlandi -empresas vinculadas a la construcción- que dirige junto a sus seis hijos, actualmente desarrolla el Barrio Cerrado La Finca, en el límite con Fisherton, cuya dirección de obra está a cargo del Ing Gonzalo Escalante.
¿Te sigue entusiasmando hacer negocios en Argentina?
El país está difícil pero tengo seis hijos, ninguno ha decidido vivir en el exterior, seguimos proyectando todo lo que podamos.
No tengo inversiones afuera y tengo una edad que no me motiva a irme. El tema de radicarse afuera está muy vinculado a lo social. Durante varios años fui presidente de la Unión Argentina de Rugby y he tomado mucho contacto con muchachos que han ido a jugar a los primeros clubes de Europa, donde lo económico está resuelto, pero así mismo ellos extrañaban los afectos.
Pero entiendo que hay gente que se puede sentir postergada en Argentina y deba buscar su horizonte afuera.
¿Qué efectos puede tener un nuevo intento de congelar los precios?
Creo que no va a dar resultados. A los que le cierre el número van a poder cumplir, a las empresas que no le cierre el número de los precios máximos van a dejar de producir, nadie puede producir a pérdida. Nadie además puede aguantar tres meses de pérdida porque no hay banco que acompañe el desarrollo empresario.
El problema más serio de la inflación, además por supuesto de hacer inaccesible la canasta familiar, es que no hay crédito para la inversión, para producir y poder exportar.
«El país está difícil pero tengo seis hijos, ninguno ha decidido vivir en el exterior, seguimos proyectando todo lo que podamos».
El sistema financiero tampoco acompaña a la construcción, no hay créditos hipotecarios accesibles, pero pese a todo el sector se mueve ¿Cómo se explica?
Si bien hay mucha gente empobrecida, también creo que hay mucha gente con dólares en el “colchón”, el que pudo ahorrar un peso compró dólares, que finalmente decide materializarlo por temor a dejarlo en un banco o que se lo roben en su casa, y así se vuelca entonces a lotes o departamentos.
Funes ha tenido una transformación inmobiliaria extraordinaria y Fisherton está volcándose a condominios, es impactante la cantidad de casas que están a la venta. ¿Qué potencialidad le ves a cada zona?
Fisherton naturalmente está limitado en espacio, con lo cual los desarrollos deben ser en altura, pero allí hay dificultades con el municipio para lograr índices de ocupación más altos para esa superficie, hay casas consideradas de valor patrimonial y los emprendimientos sobre esos espacios quedan trabados por el concejo.
Funes en cambio tiene muchos terrenos disponibles para hacer desarrollos urbanos donde la ventaja de los nuevos loteos, cuando hacés la suma del terreno más la construcción, es más barato que comprar un departamento. Un departamento en el centro, a estrenar -como piso- tiene un costo de U$S 2.200 el metro cuadrado, mientras que un lote en un conocido barrio cerrado -ya bastante desarrollado-, más la casa tiene un costo por metro de U$S 1.200 -como piso-.
«El problema más serio de la inflación, además por supuesto de hacer inaccesible la canasta familiar, es que no hay crédito para la inversión, para producir y poder exportar».
¿En qué etapa está La Finca?
Brayco está haciendo la laguna retardadora y los desagües cloacales. La empresa se hace cargo de un 80% de las obras.
Por otro lado ya se inició la construcción de las canchas de tenis, la piscina, está en camino de ejecución el área de las dos guardias, el gimnasio y el restaurante.
¿Cuándo estiman la concreción de las obras civiles?
En junio del próximo año deberían estar terminadas las obras civiles, siempre hablando de plazos estimativos, que son mucho más próximos a lo que dijimos iban a ser.
¿Cuántos lotes llevan vendidos?
Hay ya 130 lotes vendidos sobre un total de 440.
¿Cuándo iniciarán la próxima etapa de venta?
A partir de Marzo salimos a vender.
¿Qué tan competitivos son tus precios en relación a los demás proyectos?
Somos más económicos pero La Finca cuenta con una infraestructura de gran calidad, con amenities muy importantes: cinco canchas de tenis, un green park, piscina y gimnasio. Es además el barrio más cercano a Rosario, es prácticamente la continuidad de Fisherton.
Tenemos una larga lista de espera de gente que quiere comprar.
Esperar a que “baje la espuma”, se aclare el panorama a pesar que la demanda esté firme
Queremos esperar a que el país esté más tranquilo. Hay que esperar que se termine la histeria de las elecciones.
Mientras tanto el que puede se “estoquea”en materiales ¿Cómo les está yendo en Orlandi?
Vendimos en el 2020 más que en el 2019 y en el 2021 más que el 2020.
La pandemia ha desfavorecido a sectores como el turismo, pero a nuestro rubro no lo afectó en esa magnitud. Luego de una recesión la gente comenzó a invertir en su casa.
El problema es que no podemos acopiar materiales.
¿No les venden, no hay precio?
No tenés precio cierto, aún anticipando pagos, con lo cual te limita las ventas futuras.
¿Hubo tiempo atrás desabastecimiento de algunos productos, continúa?
Hay desabastecimiento de todo.
¿Razones?
Pandemia que afectó la producción, el precio del acero en el mundo creció un 30%, con lo cual las empresas productoras habrán enviado a sus filiales del exterior.
Siderar ahora se está normalizando y Acindar va en camino.
El ladrillo hueco ha sido muy demandado, con lo cual las entregas son a largo plazo.
Brimax está también muy demandado y reemplaza al ladrillo cerámico, nosotros lo distribuimos.
Por último te consulto por una de tus empresas más atractivas: la Bodega. ¿Pueden exportar?
Tenemos que hacer un esfuerzo más para poder exportar más, instalarnos en Europa o Estados Unidos. El Reino Unido es el principal consumidor de vino en el mundo porque no producen nada, es un tema a estudiar para instalar un vendedor con un stock allá.