En medio de la fuerte puja entre el Gobierno y el campo por las retenciones, los fabricantes de maquinaria agrícola, reunidos en AFAT, aseguraron que preferirían una reforma tributaria por sobre la eliminación de los derechos de exportación.
Según explicaron en un desayuno con la prensa en el marco de la Expo Rural el problema de fondo es la pérdida de competitividad frente a países de la región, como, por ejemplo, Brasil. Hoy por cada máquina que se fabrica en la Argentina, en el país vecino se producen una y media. A eso se suma un costo laboral que, aseguran, es entre un 30% y un 40% más alto que el brasileño.
«Pesa más el déficit cero», dijeron ante la recomposición de los derechos de exportación que se dio desde mitad de año. «La alternativa para esta situación es una reforma fiscal integral», aseguraron.
La Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT), está compuesta por las 12 principales productoras de maquinaria especializada en el país.
Según precisaron los empresarios, la maquinaria agrícola tiene una carga impositiva de entre el 32% y el 36% antes de salir de la fábrica. A eso se le suman el IVA, Ingresos Brutos y, en ocasiones, anticipo de Ganancias, lo que termina con una alícuota similar a la de los autos, que ronda entre el 50% y el 60 por ciento, dependiendo de cada jurisdicción.
Además, el 47% del valor importado de materiales e insumos productivos corresponde a obligaciones tributarias, lo que, luego, se debe traducir al precio final de los activos.
A la carga impositiva se le suma, además, el costo laboral no salarial. «Un operario de fábrica en Brasil gana alrededor de u$s 500. En la Argentina ganan u$s 1000 para producir la misma máquina», aseguró Carlos Palmieri, gerente general de la brasileña Jacto en el país. Sin embargo, resaltó que, teniendo en cuenta la estructura de costos productivos de la compañía, la mano de obra tiene menor peso que la carga impositiva.