El intercambio comercial entre Argentina y Brasil atraviesa su momento más crítico desde 2017. Según un informe de Abeceb, el déficit bilateral ascendió a USD 401 millones en octubre, más del triple del registrado un año atrás, y ya acumula más de USD 5.000 millones en los primeros diez meses de 2025.
La brecha responde a una combinación de exportaciones en retroceso e importaciones que se mantienen elevadas, en un contexto de reactivación parcial de la economía local. En octubre, las ventas argentinas hacia Brasil totalizaron USD 1.238 millones, con una baja interanual del 13,5%, mientras las compras aumentaron 5,7%, hasta USD 1.639 millones.
El peso del sector automotriz
El rubro automotor fue el principal responsable del deterioro del saldo comercial: explicó el 69% de la caída exportadora. Las ventas de vehículos al país vecino se redujeron en USD 133 millones, afectadas por la discontinuación de modelos y demoras en certificaciones para nuevos lanzamientos. En paralelo, las importaciones de autos y autopartes crecieron con fuerza, especialmente en vehículos de carga (+45,5%) y de pasajeros (+6,4%), alcanzando USD 312 millones.
El agro, único sector en alza
El campo aportó un leve respiro. Las exportaciones de trigo crecieron 53,3% interanual, hasta USD 85,9 millones, y las de lácteos, 48,6%, con USD 44,9 millones. Sin embargo, ese desempeño positivo no logró compensar el declive industrial, particularmente en el segmento automotor, que continúa siendo el principal motor del comercio con el socio del Mercosur.
Importaciones firmes y señales de enfriamiento
A pesar de cierta moderación, las importaciones acumuladas desde Brasil muestran un aumento del 40,3% interanual entre enero y octubre, el mayor crecimiento desde 2010. Las compras de energía eléctrica cayeron 37% en octubre, aliviando el saldo negativo, mientras que las de soja y cacao también retrocedieron.
Un rojo histórico y sin cambios a la vista
El déficit comercial acumulado con Brasil de USD 5.098 millones es el segundo más alto desde 1999, solo superado por el de 2017. Abeceb atribuye el desequilibrio a la recuperación de la actividad interna, la mayor apertura económica y los cambios en la estructura productiva, factores que impulsan la demanda de insumos y bienes de consumo importados.
De cara al cierre de 2025, los analistas no esperan una reversión. Con un tipo de cambio real estable, una actividad económica que se recupera lentamente y un Brasil con tasas elevadas y consumo enfriado, el rojo bilateral podría alcanzar los USD 6.000 millones al finalizar el año. Pese a la apreciación del real —que mejoró el tipo de cambio real bilateral en un 35% respecto de 2024—, la balanza comercial continúa desfavorable para la Argentina, que enfrenta su mayor déficit con Brasil en casi una década.













