La expansión gastronómica de Funes se dio fundamentalmente en los corredores más tradicionales de la ciudad. No por casualidad, su primer e histórico restaurante, Pericich, está apostado sobre la Ruta 9, arteria que luego vio nacer el complejo Estación Funes con el desembarco de marcas rosarinas como Dashi, Ronnie, Nuria y Salvador Maestro Heladero, entre otras. Muy cerca sobre la misma arteria, la exitosa franquicia Sablé París, tomó la ochava que perteneció durante años a Folk, un resto bar que supo levantar la vara por aquellos tiempos, de la escasa oferta culinaria.
A continuación, realizamos un repaso de las principales arterias gastronómicas, brindando a nuestros lectores un MAPA VIRTUAL GASTRONOMICO con la locación de los emprendimientos más recientes y los tradicionales ya afianzados.
La Av H Yrigoyen tomó la punta como corredor emblema de la gastronomía funense. Allí se alojan algunos de los emprendimientos más importantes del rubro, como Chivo, Juan Hipólito, Cam Garden y Peñón del Águila. Recientemente, Takó Sushi abrió sus puertas sobre el predio que supo ocupar en otro momento la panadería y cafetería La Distinción. La marca nipona ya estaba posicionada en Rosario con un restaurante ubicado en la zona de Pichicha.
Por su parte, poco más de una semana atrás, quedó inaugurado el multi espacio Sens, sobre Bernardo Houssay, a metros de Yrigoyen. Allí conviven un bar con productos de decoración, prendas y accesorios, papelería, aromas, arte y plantas. En lo que respecta a gastronomía se ofrecen buena cafetería, pastelería de elaboración propia y una carta salada acompañada de café de especialidad y coctelería.
Sobre la misma avenida, en la intersección con Fuerza Aérea, se ubica el desarrollo más reciente y convocante a partir del proyecto Paseo del Mercado. Se trata de un complejo de más de 1.000 metros cuadrados que busca complementar su oferta con la de Punto Funes. En total contará con entre 20 y 22 locales, aspirando a abarcar rubros como gastronomía, panadería, cafetería, pastas, fiambrería, pescadería, carnicería, verdulería, dietética, vinería, chocolatería, sandwichería y otros no ligados a los alimentos y la cocina.
Ya sobre Fuerza Aérea se distingue la llegada de La Masía, en la intersección con Suipacha. Allí dispone de unos 500 metros cuadrados sobre un terreno de 800, donde desplegará un mix de productos especialmente ligados al vino y la cerveza, con un anexo para delicatessen y fiambres cortados en el momento. No obstante, instalará un espacio con capacidad para más de 200 personas con una carta que abarcará cafetería, menú del día, tragos, cazuelas, minutas rápidas, chopps tirados y una variada oferta de vinos.
Sobre la misma arteria abrió Plaza Los Morros, un complejo gastronómico a cielo abierto en la esquina con Los Girasoles, frente a Funes Hills. Entre las marcas que ofrecen allí sus productos se encuentran el histórico bar rosarino El Riel, la hamburguesería Roses, Kamado Argentino, Tana y la cervecera Stella Artois.
Estos desarrollos conviven con algunos pesos pesados ya tradicionales para Funes, como Las Vegas, La Pandería y El Chaltén. La primera, trabaja desde hace quince años en la ciudad e incorporó recientemente un stand de la marca de chocolates Mamuschka. El Chalten, es una parrilla y restaurante clásico de la localidad, con el primer puesto en Trip Advisor para su sector.
Un potencial competidor para estas dos arterias será el corredor Galindo, próximamente convertido en boulevard. Allí, se ubica Lion Place, el complejo comercial de la estación de servicios Shell, donde se aloja el restaurante Tangril y las franquicias Subway y Havanna. Por otro lado, el desarrollo Calmo genera mucha expectativa con su nodo comercial que promete una fuerte selección de primeras marcas que buscan arribar a Funes, entre las que se incluyen franquicias porteñas. Además, también sobre Galindo y cruzando la autopista Rosario-Córdoba se encuentra El Casco, el restaurante de Estancia Damfield.
Finalmente, sobre Avenida Illia, el barrio cerrado La Finca, distinguido por su impronta cuyana, levanta en su club house, un selecto restaurante y un club de vinos que estará abierto al público, una iniciativa hasta el momento inédita en la ciudad.