Las tasas de interés de los créditos hipotecarios mostraron una estabilización en el inicio de 2025, tras la tendencia alcista del año pasado.
Esta diferencia entre la estabilización de estos dos meses de 2025 con respecto al alza de las tasas que se dio el año pasado, responde a un contexto macroeconómico más predecible, impulsado por la reducción del “crawling peg” al 1% y la moderación de la inflación.
Los bancos comenzaron a ofrecer condiciones más competitivas, con tasas desde el 3% anual en instituciones como el Banco Municipal de Rosario y el Banco Ciudad (de Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Sin embargo, advierten en la city que más allá de la tasa nominal, es clave evaluar el Costo Financiero Total (CFT), que incluye seguros, comisiones y gastos administrativos.
Para más datos, se habla de dinamismo en el mercado. Ya que entre enero y febrero se otorgaron 5.500 créditos hipotecarios, la mitad de los entregados durante todo 2024 (11.000), lo que refleja una fuerte demanda y una recuperación del sector.
Para el resto de 2025, proyectan que la demanda de créditos hipotecarios continuará en ascenso, si la estabilidad económica se consolida. Esto se dará si la inflación sigue en baja, entonces se podrían encontrar tasas más accesibles, lo que traerá aparejada una aceleración en la toma de créditos. La expectativa es superar los 30.000 préstamos otorgados en el año.
A la hora de solicitar un crédito, especialistas aconsejan analizar las tasas y los costos asociados. El sistema ofrece herramientas de simulación de cuotas en las páginas web de los bancos, lo que permite comparar opciones.
También existen diferencias según la entidad financiera, la localización de la vivienda y si el solicitante es cliente o no del banco. Hay muchas variables a tener en cuenta.
A la hora de elegir un crédito, es fundamental analizar el tipo de tasa –fija, variable o mixta– y utilizar simuladores para estimar la cuota real a lo largo del tiempo. También hay que comparar el TIN (Tasa de Interés Nominal) con la TAE (Tasa Anual Equivalente), ya que esta última incluye costos adicionales y refleja el verdadero costo del financiamiento. “En algunos casos, un crédito con una tasa más baja puede terminar siendo más caro si los costos asociados son elevados”, previenen los especialistas.
Este ritmo de financiamiento muestra una evolución positiva y si se mantiene, podríamos acercarnos a los niveles de 2018, cuando fue el boom en el gobierno de Mauricio Macri.
Hoy los bancos están más consolidados en el otorgamiento de este tipo de préstamos y la demanda seguirá sostenida por la necesidad de acceso a la vivienda.
Febrero registró un leve incremento respecto de enero, consolidó la tendencia de crecimiento en el financiamiento hipotecario. Este comportamiento confirma la recuperación del sector y anticipa un marzo con una mayor cantidad de créditos otorgados.
El mercado inmobiliario también está en plena recuperación, con aumentos mensuales en los valores de las propiedades. Esto es un alerta. Porque esperar una baja de tasas puede parecer una estrategia lógica, pero si los precios de las viviendas suben más rápido que la reducción de intereses, postergar la decisión de compra puede terminar siendo más costoso.
Un juego riesgoso entre propietarios, inmobiliarias y los bancos
Las solicitudes de créditos hipotecarios y las visitas a inmobiliarias se mantuvieron activas en febrero, con un monto otorgado en préstamos hipotecarios de $270 millones. La cifra refleja un crecimiento respecto de enero, cuando se entregaron $210 millones, pese a que el verano suele ser un período de menor movimiento en el mercado por razones estacionales.
En paralelo, un informe de First Capital Group señala que el stock de créditos hipotecarios, incluidos los ajustables por UVA, creció 12,8% mensual, alcanzando un saldo total de 2,3 billones de pesos.
Especialistas del sector proyectan que la demanda seguirá en aumento y estiman un crecimiento de 30% en 2025. El riesgo está en que si los propietarios que dan sus casas a la venta, le piden a sus agentes inmobiliarios que aumenten las tasaciones porque se está vendiendo mucho, por más que los bancos traten de bajar sus tasas de interés, los clientes no van a llegar a reunir los fondos suficientes para comprar sus casas. Según Guillermo Barbero, de First Capital Group, en términos interanuales, el financiamiento hipotecario aumentó 283,7% nominal y 131% en términos reales en los últimos 12 meses, consolidándose como la línea de crédito en pesos de mayor expansión, gracias a qué las propiedades estaban a precios deprimidos.
Ante este escenario, destacan que es clave evaluar ciertos aspectos antes de tomar un préstamo, desde tasas y plazos hasta la relación cuota-ingreso y los costos asociados a la compra de una propiedad.
Las inmobiliarias registran un buen nivel de consultas y en 5 de cada 10 casos los interesados buscan comprar con financiamiento hipotecario.
También se realizan visitas a los inmuebles, y en su mayoría las propiedades buscadas para compra tienen valores de hasta 120.000 dólares, dentro del segmento medio del mercado inmobiliario.
Menos cepo, más estabilidad
El posible levantamiento del cepo cambiario tendría un impacto limitado en el crédito hipotecario en el corto plazo, pero será determinante en el mediano plazo. La eliminación de las restricciones cambiarias facilitará la securitización y la salida al mercado de capitales de los bancos locales, lo que les permitirá acceder a mayor liquidez en pesos y dólares para otorgar préstamos con tasas más competitivas aún.
El cepo afecta la capacidad de financiamiento de los bancos. Sin estas restricciones, podrán ampliar su oferta crediticia y mejorar las condiciones para quienes buscan un crédito.
A nivel macroeconómico, sostienen que la medida favorecerá el crecimiento de la economía, lo que derivará en una mejora en los ingresos.
En el mercado inmobiliario, el impacto también será significativo, ya que la mayor capacidad de financiamiento de los bancos impulsará la demanda de propiedades.