El sector de la construcción no escapa al escenario pre electoral y a la galopante incertidumbre que golpea el corazón del clima de negocios argentino. Ezequiel Messineo, director del reconocido e histórico corralón de materiales, describió el panorama con una demanda frenada, aunque a futuro consideró, que si el escenario se estabiliza, las posibilidades de negocios pueden ser prósperas.
“No hay movimiento, la inflación se fue tan arriba que el que tiene los dólares, porque la mayoría se dolarizó, está todo muy distorsionado y revuelto, por lo que la demanda está retenida”, explicó y agregó que hoy “la inflación te sigue comiendo por más que suba el dólar”.
En ese sentido, consideró que ese freno se debe, en parte, a la expectativa respecto al tipo de cambio, es decir, “entre lo que cree la gente que vale el dólar y lo que puede llegar a suceder”. Y agregó: “Tenemos clientes que nos dicen que hasta que el dólar no esté en determinado valor, no compran”.
Así, el empresario funense expresó que si no se trata de alguien que vendió un departamento o tiene el dinero para mudarse a determinado barrio, el mercado “está parado por toda esta distorsión que hace que la gente espera”.
En tanto, con respecto al consumidor final, puntualmente, Messineo especificó que “depende de la urgencia de la obra”. Es decir, “si son arreglos que se necesitan hacer, se ejecutan, pero aquello que puede esperar, como una ampliación de una casa o una galería, espera”. Por tanto, “para hacer un gasto grande, la gente está esperando, más todavía después de lo que sucedió en las PASO de 2019”, recalcó.
Ante esta situación de plena expectativa ante los resultados electorales y las medidas anunciadas, aparece la pregunta de qué ocurriría con la oferta de materiales si en determinado momento el escenario fuera de mayor estabilidad, teniendo en cuenta que hay miles de lotes en Funes que están esperando su proyecto de construcción: ¿se desbordaría el mercado o podría absorber la demanda?
“Creo que no va a pasar algo exponencial desde el punto de vista del tiempo”, sostuvo Messineo. “Cuando se habilitaron Funes Town y Funes City, eran muchos lotes y hubo un boom en dos o tres años. Cuando se terminó San Sebastián, empezaron a construir las primeras casas en el 2012 y todavía hay lotes. Es decir, creo que ahora pasa lo mismo: nos va a traer mucho laburo de acá a 10 años; ésa es, más o menos, la proyección que tengo”.
Concretamente, hoy, por el lado de la oferta, señaló que “está muy agresiva” para intentar seducir, de alguna manera, a la demanda amesetada y recalcó que, hasta el momento, si bien no hay faltantes de materiales, los aumentos de precios son “todos los meses entre un 7 y un 8%”.
