En una señal de reconfiguración política con fuerte impacto en Santa Fe, los diputados nacionales Gabriel Chumpitaz y Verónica Razzini oficializaron su salida del bloque del PRO en la Cámara Baja y anunciaron la conformación de un nuevo espacio legislativo: “Futuro y Libertad”. La decisión refleja un quiebre interno dentro del macrismo y pone sobre la mesa la intención de construir una fuerza con eje en la producción, la seguridad y la modernización del Estado, con impronta netamente santafesina.
“Mi objetivo es claro: defender a los santafesinos. No puedo seguir integrando un bloque que no representa el mandato que recibí de quienes me votaron”, sostuvo Chumpitaz, exconcejal rosarino y referente en temas de seguridad. El legislador cuestionó el rumbo que tomó el PRO en el Congreso, al votar en contra de iniciativas impulsadas por el gobierno nacional, al que considera necesario respaldar.
Razzini, empresaria pyme y dirigente con perfil productivista, también se mostró crítica de la estrategia porteñocéntrica del partido. Ambos diputados remarcaron la falta de representación del PRO santafesino en las recientes listas de convencionales constituyentes, lo que terminó de acelerar la ruptura.
El nuevo bloque busca encarnar una visión federal y liberal, que acompañe la transformación económica planteada por el presidente Javier Milei y que dialogue con el modelo de gestión del gobernador Maximiliano Pullaro en Santa Fe, especialmente en temas clave como la lucha contra el narcotráfico.
“Futuro y Libertad” se posiciona como una bancada con identidad propia, abierta a la incorporación de otros legisladores del interior que compartan su diagnóstico: la necesidad de llevar la agenda del interior productivo al centro de la discusión nacional, rompiendo con la lógica del AMBA que domina la política argentina.
En paralelo, la decisión vuelve a exponer las grietas dentro del PRO, debilitado en su armado nacional, sin liderazgo claro y cada vez más tensionado entre los sectores que buscan acordar con el oficialismo y aquellos que se aferran a una oposición cerrada.
La salida de Chumpitaz y Razzini no solo achica el bloque macrista en Diputados, sino que marca un precedente: la política nacional empieza a fragmentarse también en el Congreso, con actores del interior que reclaman protagonismo propio.
