En un sector en el que muchas empresas achican estructuras, la Pyme argentina Occhipinti va a contramano: invierte, lanza productos, abre locales y acaba de cerrar una alianza exclusiva con Veneta Cucine, una de las marcas más reconocidas del diseño de cocinas en Europa. Con más de 40 años de trayectoria, la firma nacional especializada en vestidores, placares y muebles de cocina se propone consolidar su liderazgo en el segmento Premium sin resignar su identidad productiva.
La incorporación de Veneta Cucine marca un nuevo capítulo. La empresa italiana, que cuenta con presencia en más de 60 países y es un ícono del diseño europeo, fue seleccionada tras un viaje del equipo de Occhipinti a la Feria del Mueble de Milán en 2024, donde analizaron diferentes marcas en busca de una propuesta alineada con el gusto argentino. “Veneta combina diseño, trayectoria y experiencia en comercio exterior. Nos permite ofrecer en nuestro mercado materiales y herrajes de alta performance que aún no están disponibles localmente”, detalla Silvana Zivelonghi, Gerente de Coordinación y Operaciones de la compañía.
El desembarco se concretó con la apertura de un nuevo local de 220 m² en Moreno, dentro del edificio de la empresa Rosbaco, especialista en pisos de madera. También se sumó una isla Veneta en el showroom central de Recoleta (Cerrito y Juncal), y próximamente habrá otra en una franquicia en Canning. La propuesta, según anticipan, generó un alto nivel de interés. “Ya estamos trabajando con varios clientes interesados. Esto potencia nuestro lugar como empresa referente en diseño y calidad”, afirma.
La planta industrial de Occhipinti, ubicada en Don Torcuato y con 3.000 m² de superficie, opera con maquinaria de última generación. Desde allí produce una oferta de muebles modulares personalizados de alta gama, una combinación que permite industrializar sin perder flexibilidad. La compañía también desarrolla productos propios, como los vanitorys exclusivos y el mueble Aura, realizado en un 80% de vidrio, pensado para un público que busca innovación estética y materiales de alto impacto visual.
Para sostenerse y crecer en un entorno volátil, la empresa implementó estrategias concretas: revisión de estructuras para ganar eficiencia, acuerdos de largo plazo con proveedores, y control riguroso de costos. “En Argentina no se puede improvisar. El análisis del cash flow y los informes de gestión nos permiten anticipar necesidades de financiamiento o inversión. El control es imprescindible”, explica Zivelonghi.
Desde su llegada a la empresa, Zivelonghi lidera un proceso de transformación basado en profesionalización. “Mi incorporación pretende iniciar un proceso que garantice en el corto plazo la rentabilidad y en el largo plazo la permanencia”, afirma. Para lograrlo, impulsó un cambio cultural: liderazgo con el ejemplo, decisiones por consenso, formación y comunicación como pilares. “La base es la confianza en los equipos”, sintetiza.
“La pandemia revalorizó la vida en el hogar y el diseño dejó de ser un lujo para convertirse en una necesidad funcional y emocional”, observa. A nivel mundial, la industria del mueble proyecta un crecimiento sostenido, y Zivelonghi considera que si las condiciones económicas argentinas acompañan, esa tendencia también puede consolidarse en el país. Pero para eso, remarca, es clave una articulación efectiva entre organismos estatales, cámaras empresarias y sindicatos, que permita mejorar la eficiencia de toda la cadena.
De cara a los próximos años, Occhipinti proyecta avanzar con nuevas tecnologías, desarrollo de productos y expansión territorial. La alianza con Veneta Cucine les permite acceder a un catálogo completo de nueve líneas y catorce niveles de precio, aunque por ahora se concentran en las colecciones Lounge e Iconica, las más afines al mercado local. “Apostamos al diseño, la innovación y la calidad como pilares para crecer, incluso en escenarios inciertos”, concluye.