No todas las grandes empresas nacen en un garaje. Una carpintería podría ser el inicio de un caso de éxito.

TM Amoblamientos busca capitalizar la carencia de carpinteros, en una ciudad de incesante construcción

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Funes es sin duda tierra de grandes oportunidades, fundamentalmente para las nuevas generaciones en busca de su horizonte laboral. 

No menos cierto es el vacío que encuentran las empresas a la hora de convocar recursos humanos, al igual que la demanda de múltiples oficios generada desde viviendas unifamiliares 

Identificando un nicho de mercado de alta vacancia, Lisandro Giordano, de oficio carpintero, emprendió TM Amoblamientos junto a su hermano. Una pequeña empresa familiar apuntada a muebles a medida y restauraciones.

“Hace dos años inicié esta pequeña empresa dedicada a la fabricación de muebles a medida y restauraciones, y sin ninguna duda, Funes es una buena ciudad para emprender. Nací en este lugar hace poco más de 20 años, crecí junto con la expansión de mi localidad, y de chico noté que todo aquel que venía a vivir a esta ciudad, buscaba un carpintero para la ejecución de trabajos a medida, una búsqueda que por lo general quedaba sin respuesta, porque los oficios están en vías de extinción. Los encontrás en gente mayor, pero hoy los chicos de mi generación no saben poner un tornillo”, reflexiona el joven carpintero, con su norte muy claro:  “quiero llegar con mis servicios a los nuevos desarrollos, que levantan casas de cero donde necesitan instalar desde muebles de cocina a vestidores, bibliotecas y mesas para su quincho. No me interesa hacer muebles en serie, no quiero caer en lo estándar. Creo que el mercado de los muebles a medida no está explotado en Funes, como así tampoco se encuentra el oficio de la restauración, que es mi real pasión. Hoy se estila mucho comprar en tiendas de antigüedades, persianas, mesas, sillas, que necesitan su reciclado. Es otro nicho que encaramos“.

Ampliando su estrategia comercial, Giordano define: “Mi carpintería es una empresa de servicios. Diseñamos, desarrollamos renders que evolucionan con las indicaciones del cliente y de allí pasamos a materializar el mueble deseado. Nos ocupamos de su instalación e incluso muchas veces de su desinstalación, porque la gente se muda, o amplía su casa y cambia los muebles de lugar; en ese caso lo adaptamos al nuevo ambiente”.

“Elegí este oficio porque de chico tuve habilidad con el diseño, comencé con una regla y un lápiz hasta que un cliente me dijo: ‘¿Por qué no desarrollás este mismo dibujo en 3D?. Es así como me volqué al diseño digital para expresar con más realismo el producto final”, relató el autodidacta, quien tiene línea abierta para todo funense que necesite trabajos de carpintería -3415048249-



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