Tras su primera etapa como Charly Beach y Vóley, el inmueble fue alquilado y sometido a una remodelación integral en 2016, transformándose en Mándala. Esta renovación incluyó la ampliación de espacios, la eliminación de la cancha de vóley y la modernización de sus instalaciones, adaptándolas para ofrecer un entorno óptimo para el desarrollo de actividades gastronómicas.
La inmobiliaria encargada de su comercialización destaca las excepcionales características de este inmueble. Con una ubicación estratégica en una de las esquinas más transitadas de la ciudad, la propiedad cuenta con una cocina completa, espacio para elaboración, depósito, baños para damas y caballeros, un gran quincho cerrado, amplios espacios exteriores y un kinder perfectamente equipado. Todo esto, distribuido en un terreno de 450 m², «proporciona una gran visibilidad y potencial por su versatilidad, aunque su fuerte por la zona e infraestructura apunta a un proyecto gastronómico», enfatizan desde Javier Rodríguez, inmobiliaria a cargo de la venta de la ochava.
