Funes tiene sello de mujer

Madre, amiga y socia de sus hijos, es la innegable materia prima del exitoso modelo urbanístico que jerarquiza Funes.

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Noemi

Noemí Chicco es la piedra fundacional del exitoso modelo de negocios que convirtió a Funes en “la ciudad elegida” para vivir. El fenómeno urbanístico iniciado por la familia Rossetti, multiplicó el valor de esas tierras, jerarquizando una localidad cuyos índices de inversión privada son inéditos en relación a su superficie y población. 

Nieta de inmigrantes italianos, arquitecta desde sus tempranos 22 años, una viudez prematura la colocó en el ineludible rol de empresaria para dar continuidad al legado de su marido.

Su papel determinante en la construcción de una marca referente del real estate, ámbito en el que formó a sus hijos, la convierten en la innegable materia prima de un exitoso sello de calidad. 

Haciendo una excepción a su bajo perfil, la empresaria concedió una entrevista exclusiva a El Occidental, para entender la génesis de ese vertiginoso crecimiento de impacto social, ambiental y económico traducido en la concreción del club de campo, los barrios cerrados y abiertos, que transformaron los campos agrícolas-ganaderos en urbanizaciones de notable nivel, atrayendo colegios, sanatorios, comercios y el desembarco de una verdadera ciudad industrial que también involucra a la familia. 

¿Cuándo irrumpe el sello Rossetti en el mercado inmobiliario?

En 1963 mi suegro, Juan Félix Rossetti conforma Rossetti SACIFI, marcando nuevas tendencias en el sector. Se construye el primer edificio en altura en Avenida Pellegrini al 1100, el complejo habitacional de calle Moreno al 1100 con salida por calle Balcarce, con un criterio novedoso en la utilización del terreno y el barrio abierto Los Gráficos, detrás del Jockey Club. Mi esposo Juan Carlos continúa con el mandato familiar de su padre hasta su fallecimiento en 1985.

¿Cómo afronta la continuidad de la empresa? 

La vida nos pone a veces en situaciones donde no hay alternativas para elegir, fue momento entonces de reorganizar la familia y la empresa, con el apoyo de mi hijo mayor Juan Félix, de 19 años en aquel tiempo.

La vida nos pone a veces en situaciones donde no hay alternativas para elegir

¿Cuáles fueron los primeros pasos?

La primera decisión fue ampliar el negocio agropecuario con la construcción de una planta de silos de 10.000 toneladas para acopio y acondicionamiento de cereales, bajo la firma de “Sucesores Juan Carlos Rossetti S.A.”

La segunda gran decisión fue reconocer todas las propiedades urbanas de Rossetti SACIFI, darles destino y generar nuevos proyectos. De 1985 a 1996 se urbanizaron más de 2100 lotes

¿En ese tiempo ya trabajaba junto a sus hijos? ¿Qué papel jugó cada miembro de la familia?

Juan Félix, María Eugenia y Juan Carlos son los pilares de mi vida. Soy madre, amiga y socia de ellos

¿Los primeros loteos fueron en Funes?

La primera experiencia de la empresa en dotar un loteo de todos los servicios fue Altos de Mendoza, un predio de 10 hectáreas ubicado en calle Donado, Mendoza, Chaparro y Forest

El primer desarrollo en Funes llega en 1997 con una propuesta totalmente novedosa y creativa para la época

¿Por qué Funes?

¿Por qué no Funes? Las tierras estaban y ya se observaba una tendencia en la gente a buscar un lugar que le diera otra calidad de vida. Las ciudades crecen desordenadamente, sus habitantes comienzan a buscar un lugar más seguro y tranquilo para vivir. Así nace Kentucky Club de Campo sobre 250 hectáreas, el primero de nuestro master plan urbanístico.

Logramos un justo equilibrio entre vida urbana con todos los servicios de una ciudad con la vida de campo. El 60% de Kentucky está ocupado por espacios verdes y de esparcimiento.

¿Qué es lo que más la enorgullece o destaca de este proyecto?

El Club House es el símbolo más destacado del proyecto, su construcción data de principios de siglo, fue inspirado en la escuela de Glasgow School of Art. Lo reciclé íntegramente junto al Arq. Sanchez Hermelo, conservando el diseño y los materiales originales. 

La concepción del proyecto general se basó en respetar la naturaleza que ofrecía el lugar: la avenida de eucaliptos, la de las palmeras, el lago, los desniveles del terreno, la forestación se trabajó como ornamentación. 

Luego se sumaron los Funes Hills, compuesto por cuatro barrios cerrados: San Marino, Cadaqués y Miraflores, y el barrio abierto Cantegrill.

Los barrios cerrados fueron inspirados en urbanizaciones de Naples, ciudad del estado de Florida, EE.UU. Esa influencia se visualiza en las avenidas centrales y las entradas, particularmente.

El lanzamiento de estos loteos fue realmente en una época muy temeraria: el 2001

La crisis del 2001 nos encontró con obras en ejecución y ventas comprometidas, fue nuestra época más difícil sin dudas pero es a su vez la que más nos fortaleció porque cumplimos siempre. Recuerdo que en diciembre de 1999 agasajamos a los primeros 150 propietarios de lotes de Kentucky, quienes confiaron en nosotros sin ninguna obra hecha.

¿Dónde está el secreto de esa confianza?

El cumplimiento honesto y estricto de los contratos y compromisos contraídos es lo que nos destaca

El cumplimiento honesto y estricto de los contratos y compromisos contraídos es lo que nos destaca

A dos décadas del inicio de un nuevo modelo urbanístico que representaron los barrios cerrados ¿Qué ve?

Los barrios cerrados mejoraron la calidad de vida de la gente y estos tiempos de pandemia refuerzan ese concepto.

También significan una fuente increíble de trabajo, generando empleo directo e indirecto que se materializa todos los días a primera hora de la mañana cuando cientos de trabajadores y proveedores ingresan en cada urbanización. 

¿Qué la mantiene tan vigente?

Siempre participé en entidades comprometidas con la sociedad. Durante 15 años fui vicepresidente del Mozarteum Argentino, formé parte del consejo directivo del Foro Regional Rosario, fui rotaria y actualmente integro OAME -Organización Argentina de Mujeres Empresarias.

El secreto pasa por no aislarse en las paredes de la empresa. 

 

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