Vuelta a las raíces. La edificación de última generación recupera -o saca a la luz- la madera, un elemento natural con el que ya se levantaban cobijos en la antigüedad. «La construcción tradicional, en la que la madera, la tierra o la piedra eran los principales materiales utilizados era la que menor impacto ambiental tenía, porque estos componentes son circulares, de cercanía y, por supuesto, sin tóxicos», apunta Toni Escudé, director de Health & Sustainability de la constructora 011h, que firma junto al arquitecto Ibán Carpintero el primer residencial en altura de la Comunidad Valenciana con una estructura 100% de madera: Fioresta, de Aedas Homes, en San Juan, Alicante. «La urbanización es responsable del 40% de las emisiones de CO2, de un 36% del consumo de energía, de la mitad en la extracción de materiales y de un tercio del consumo de agua a nivel global. Por no hablar de la generación de residuos», alerta Escudé. En este trabajo se han utilizado «1.149 toneladas de madera tecnológica producida mediante gestión forestal sostenible procedente de bosques nacionales (en sustitución del hormigón o el acero, de gran impacto ambiental), como el peso de 230 elefantes adultos, y permite almacenar 1.708 toneladas de carbono biogénico, como las emisiones de 833 coches durante un año», simplifica el constructor.
Además, este material facilita «una construcción absolutamente moderna con un alto grado de digitalización e industrialización«, añade el arquitecto del proyecto. «Respecto a la puesta en obra, implica un alto grado de prefabricación, lo que conlleva más rapidez, más precisión, más control, más limpieza, menos ruidos, menos improvisaciones… En resumen, mayor calidad». Precisamente con el objetivo de «transformar el sector inmobiliario en una verdadera industria, que deje de ser un negocio artesanal» y también por «nuestro compromiso con el medio ambiente, la idea de utilizar madera parte de Aedas Homes», reconoce José María Quirós, delegado de Industrialización de la promotora, a pesar de que el precio sea, según revela, superior al del hormigón.
URBANIZACIÓN CON ESTRUCTURA DE MADERA
Recién finalizado, Fioresta es un residencial de 51 viviendas de dos y tres dormitorios (solo quedan siete viviendas a la venta) en San Juan, Alicante, el primero en altura de la Comunidad Valenciana con estructura de madera. El proyecto de la promotora Aedas Homes en colaboración con la constructora de edificios neutros en carbono 011h dispone de piscina para adultos con zona de hidromasaje y otra para niños, gimnasio y club social y espacio de juegos infantiles. Todos los inmuebles cuentan con grandes terrazas, garaje y trastero. Los bajos con jardín aún disponibles tienen un precio a partir de 346.000 euros.
También es elemento clave en las obras de autor, como la última de Izaskus Chinchilla, Terrazza, una vivienda única en la exclusiva comunidad de Las Colinas Golf & Country Club (Alicante). Su estructura combina madera industrializada -madera laminada y viguetas OSB- con alas de madera aserrada y estructura metálica.
Con un juego constante entre las estancias de la propiedad y el espacio exterior para aprovechar el clima, en su interior, «la luz se cuela a través de las vigas de madera formando sombras cambiantes a lo largo del día, un efecto parecido al de las cúpulas o artesonados de espacios como la Alhambra, con una estructura contemporánea y eficaz en su empleo de material y de la fabricación mecanizada con control digital».
DISEÑO EXCLUSIVO ABIERTO A LA NATURALEZA
La arquitecta Izaskun Chinchilla firma el proyecto de Terrazza, una villa de 1.130 metros cuadrados en la comunidad Mimosa de Las Colinas Golf & Country Club (Alicante), que se finalizará este verano. La vivienda, con estructura horizontal de madera -a la vista en múltiples puntos, con emparrillados de vigas y viguetas-, cuenta con tres dormitorios, cuatro baños, piscina, ‘jacuzzi’ y terrazas. Para disfrutar del eterno buen clima de la zona, cada estancia interior se completa con media habitación exterior, hasta la cocina, que puede ser usada desde la piscina. Vende Somium (Grupo Marjal), por 2,75 millones de euros.