El oeste de Rosario atraviesa un proceso de expansión empresarial sostenida, impulsado por nuevas inversiones privadas que apuestan a la ubicación estratégica del corredor de la Autopista Rosario–Córdoba. Sin embargo, ese crecimiento convive con un reclamo cada vez más explícito del sector productivo: la falta de infraestructura vial adecuada en un área crítica para la logística y el movimiento de cargas.
Una de las compañías que empuja este proceso es Motorpart, que avanza con la construcción de un nuevo showroom sobre la autopista, en el tramo comprendido entre Rosario y Funes. El proyecto se desarrolla sobre un predio de 1,3 hectáreas y contempla una nave comercial de 1.800 metros cuadrados cubiertos, con una inversión estimada en 3,5 millones de dólares.

Según explicó Juan Ignacio Canut, el emprendimiento fue ampliado respecto del plan original tras la adquisición de un terreno lindero, donde ya comenzaron las tareas de movimiento de suelo. “Empezamos a edificar en una primera etapa, que está prácticamente terminada, y ahora sumamos el predio de al lado para complementar toda la empresa”, señaló.
El nuevo espacio funcionará como showroom de maquinaria Long King y tractores YTO, marcas que la firma representa en el país, y contará con infraestructura específica para la descarga directa de equipos provenientes del puerto. El ensamblaje final de las máquinas continuará realizándose en la planta que la empresa posee en Roldán.
A este desarrollo se suma otro proyecto de mayor escala: la compra de 13 hectáreas en la zona de la autopista a Santa Fe y la A012, lindero a instalaciones industriales existentes, donde se proyecta la construcción de un centro logístico, cuya ejecución está prevista para el próximo año.

La infraestructura vial, el límite que empieza a frenar inversiones
Más allá del avance de los proyectos privados, las empresas del sector coinciden en que la conectividad vial se convirtió en un cuello de botella estructural. El principal reclamo apunta al nudo vial de Wilde y Circunvalación, donde aún no se ejecutaron los rulos de ingreso y egreso a la autopista.
“Hoy no hay rulos, solo una bajada, y eso complica a todas las empresas de la zona”, explicó Canut. La situación impacta de lleno en las firmas radicadas en el parque industrial Ciudad Industria, en otras empresas del corredor y también en el Mercado de Concentración, que deben desviar el tránsito pesado hacia avenidas urbanas como Mendoza, generando congestión urbana y mayores costos logísticos.
El problema no es solo operativo. Desde el sector privado aseguran que la falta de infraestructura ya tuvo consecuencias concretas. “Hubo empresas que terminaron desistiendo de instalarse en la zona por la falta de infraestructura”, señalaron, y agregaron que existe predisposición a colaborar incluso con el financiamiento de la obra para destrabar una solución definitiva.
“No es una obra estética, es una obra de trabajo. Mejora el acceso, la seguridad y la logística para todos”, remarcaron empresarios de la zona, que vienen manteniendo reuniones con distintos actores políticos para visibilizar la urgencia del proyecto.
Municipio y Provincia, con la obra en agenda
Desde el Municipio de Rosario reconocen la relevancia del reclamo y aseguran que el nudo vial de Wilde forma parte de las prioridades de infraestructura. Un funcionario municipal explicó que la obra había sido adjudicada antes del cambio de gobierno nacional, pero nunca llegó a ejecutarse.
“Era una obra nacional, con contrato firmado y empresa adjudicada. Con el cambio de gobierno, todo lo que no había comenzado se dio de baja y lo que estaba en marcha tampoco se continuó”, detalló.
Según indicó, el Municipio inició gestiones para que la obra sea cedida y poder avanzar con su ejecución. “Sabemos lo importante que es. Estamos negociando con Nación y la tenemos incluida en todas las conversaciones. No puedo garantizar cómo ni con qué financiamiento, pero es una prioridad”, afirmó.
El funcionario agregó que el tema también está en agenda del gobierno provincial. “El gobernador lo tiene en el radar, no solo por el desarrollo productivo del área, sino también por una cuestión de seguridad vial”, señaló.
Mientras tanto, el oeste rosarino continúa consolidándose como un polo atractivo para nuevas inversiones privadas. El desafío, advierten desde el sector empresario, es que la infraestructura pública acompañe un crecimiento que ya está en marcha y que empieza a mostrar límites concretos cuando las obras clave no llegan.










