En diálogo con El Occidental, el presidente comunal de Alvear, Carlos Pighin, repasó cómo la localidad —hoy ciudad— ha ido consolidando su posicionamiento para captar inversiones, especialmente en el marco de los nuevos desarrollos inmobiliarios e industriales que comenzaron o se lanzaron este año.
Pighin explicó que el creciente interés inversor “obedece primero a la ubicación estratégica” de Alvear, situada junto a rutas nacionales y con salida directa hacia Buenos Aires, lo que le da visibilidad y acceso logístico privilegiado. Pero subrayó que el verdadero salto vino de la planificación institucional y la previsibilidad normativa.
“El desarrollador urbano no tiene necesidad de hablar conmigo para saber qué tiene que aportar, cuáles son las plusvalías o los usos de suelo. Todo eso está en ordenanzas que están cargadas en la web de la comuna”, afirmó Pighin.
Según el mandatario, la clave fue trabajar en servicios, infraestructura y reglas claras. La ciudad cuenta con gas natural en toda la jurisdicción, energía eléctrica con previsión de expansión, conectividad mediante fibra óptica y una red vial en plena transformación, con la nueva conectiva de calle Piedrahuena —más de 5 km— que unirá la autopista Buenos Aires–Rosario con la Ruta 21, y la repavimentación de la Ruta 21, la más transitada de la provincia.
Todo esto forma parte de un esquema de planificación que se inició con el Plan 2030, elaborado junto al Ente de Coordinación Metropolitana en 2012-2013, que define los ejes de crecimiento para que industria y vida urbana coexistan sin interferencias.
Nuevas inversiones que transforman el perfil local
El avance de infraestructura y servicios está atrayendo proyectos de escala inédita para la localidad. Uno de los más resonantes es la Torre DM11, vinculada al futbolista Ángel Di María, que se ubicará en el micro parque industrial de Alvear.
Con 26 pisos y 110 metros de altura, demandará una inversión estimada en US$ 30 millones y combinará oficinas, gastronomía, coworking y espacios corporativos.
“Este tipo de desarrollos refuerzan el perfil productivo de la región y muestran el compromiso de figuras reconocidas con su lugar de origen”, sostuvo Pighin.
Otro hito reciente es el Campus Educativo Astengo, que agrupa educación, salud y deporte. Allí se instaló una nueva escuela técnica con perfil STEAM–Industria de Procesos, junto a infraestructura para un centro de salud y futuras instituciones vinculadas a la formación profesional.
También avanzan proyectos residenciales como el barrio abierto Campos del Oeste Alvear, con 600 lotes de unos 300 m² y accesos sobre Ruta 18, y el Condominio de Alvear, un desarrollo cerrado con lotes de 420 a 620 m² y financiación en 48 cuotas.
De ciudad dormitorio a polo urbano-productivo
Para Pighin, estos proyectos confluyen en una misma dirección: la transformación estructural de Alvear.
“Estamos dejando atrás el concepto de ciudad dormitorio. Alvear se convierte en un centro urbano con identidad propia, servicios de calidad y actividad económica diversificada”, afirmó.
Esa evolución se apoya en la articulación público-privada y en una institucionalidad transparente, donde las reglas de juego están claras para los inversores y los vecinos perciben los beneficios del crecimiento ordenado: empleo local, infraestructura moderna y calidad de vida.
“Tenemos los pies sobre la tierra —agregó—. No somos una superempresa, pero sí un territorio que se preparó para crecer con planificación, servicios y normas claras.”