El corredor de avenida Eva Perón frente al Jockey Club, en el límite entre Rosario y Funes, atraviesa una transformación inédita. En pocas cuadras, firmas como Sinergia, Obring, Autocrédito, Edeca y ahora G70 Desarrollos están redefiniendo el perfil de la zona con proyectos residenciales y de usos mixtos que aportan densidad, servicios y nueva vida urbana al sector.
En ese contexto, G70 avanza con Pradea, un emprendimiento que combinará departamentos, oficinas y locales comerciales, ya aprobado por el municipio y con obras previstas para iniciar antes de fin de año.
“Durante noviembre vamos a colocar el cerco publicitario y realizar los primeros movimientos de suelo y obras de infraestructura. La idea es iniciar la obra entre fines de diciembre y los primeros días de enero”, detalló el presidente de la desarrolladora, Ari Milsztejn.
El emprendimiento, ubicado sobre avenida Córdoba, fue concebido como un desarrollo de usos mixtos, con bloques independientes y amenities propios.
“Es un terreno único, el último con visual completa al golf del Jockey Club. Por eso las unidades traseras serán las más grandes, de 2, 3 y 4 dormitorios, todas con vistas privilegiadas”, explicó Milsztejn.
En la parte frontal del complejo se ubicarán departamentos más chicos, algunos apto profesional, mientras que otro bloque estará destinado a oficinas modulables, de unos 40 m2. Además, el emprendimiento incluirá dos locales comerciales en planta baja —uno de unos 300 m2 y otro más pequeño— que buscarán aportar dinamismo al entorno.
Respecto a los plazos de ejecución, Milsztejn anticipó que la obra completa demandará entre 36 y 40 meses, con una primera etapa de aproximadamente 18 meses para la estructura de hormigón y mampostería.
En cuanto a la comercialización, el empresario reconoció que “todavía no comenzó fuerte”:
“La primera nota que salió fue casual, pero ahora estamos preparando el lanzamiento con el cerco de obra, los renders y un código QR para que el público pueda conocer el proyecto”.
Consultado sobre el contexto de la zona, Milsztejn destacó el potencial de Fisherton como nuevo polo de desarrollo inmobiliario:
“Algunos dicen que hay mucha competencia, pero yo lo veo como un fortalecimiento. Cada proyecto tiene su identidad, y eso impulsa el crecimiento comercial y urbano del área. Para mí, Fisherton va camino a convertirse en un polo gastronómico y de servicios.”
El titular de G70 también analizó una tendencia reciente en el mercado:
“Estamos viendo una contramigración del suburbano al urbano. Hay mucha gente que quiere volver a la ciudad, pero no al centro histórico. Fisherton ofrece ese punto intermedio: cerca de todo, pero con espacios verdes y una calidad de vida muy alta.”
Por eso, Pradea fue diseñado bajo un concepto similar al de los condominios, con grandes áreas verdes, plazas secas y húmedas, y zonas de coworking, para quienes buscan trabajar cerca de casa sin resignar confort.
“Queremos que la gente tenga una vida parecida a la del suburbano, pero dentro de la ciudad. Con todos los servicios, amenities y la posibilidad de bajar del departamento y tener opciones comerciales a pocas cuadras”, concluyó Milsztejn.