El ministro de Economía, Luis Caputo, lanzó un mensaje directo —y sin eufemismos— al sistema financiero y a los ahorristas: si los bancos privados exigen más de lo que marca la ley, la alternativa es el Banco Nación. El planteo se dio en el marco de la ley de inocencia fiscal y del nuevo esquema de información que, según el Gobierno, reduce los pedidos de justificación patrimonial para pequeños y medianos ahorristas.
“Si en sus bancos les piden cosas de más (léase, hinchar las pelotas), no pierdan su tiempo”, escribió Caputo en su cuenta oficial, en un posteo que rápidamente se viralizó. La recomendación fue concreta: acudir al Banco Nación, donde —anticipó— se cumplirá “estrictamente con la ley”.
Según explicó el ministro, la única condición exigible será acreditar la adhesión al régimen de Ganancias Simplificado. Cumplido ese paso, los ahorristas podrán depositar dólares y disponer de ellos de manera inmediata, ya sea para consumo o para ahorro con rendimiento, “como en cualquier lugar del mundo”.
Señal política y mensaje al sistema financiero
El mensaje de Caputo no sólo apuntó a despejar temores entre quienes conservan dólares fuera del sistema, sino también a marcarle la cancha a los departamentos de compliance de los bancos. En su visión, los controles excesivos se convirtieron en una barrera que desalienta el ahorro formal y la inversión.
En paralelo, el respaldo explícito al Banco Nación funciona como una señal política clara: la entidad pública será el vehículo elegido para canalizar la confianza del nuevo esquema fiscal. Desde el Gobierno aseguran que el presidente del banco ya recibió la instrucción de no agregar requisitos adicionales a los previstos por la normativa vigente.
Inocencia fiscal y dólares al sistema
El trasfondo del mensaje es la ley de inocencia fiscal, que busca cambiar el paradigma de presunción de culpabilidad por uno de confianza en el contribuyente, reduciendo la carga informativa para operaciones de menor escala. En ese marco, el Ejecutivo apunta a repatriar o bancarizar parte de los dólares “del colchón”, un stock históricamente elevado en la economía argentina.
Caputo fue explícito: el objetivo es que esos dólares se usen, ya sea para invertir, consumir o simplemente ahorrar dentro del sistema financiero, sin trabas burocráticas ni sospechas automáticas. El tono, inusual para un ministro, dejó un mensaje político contundente: el Gobierno está dispuesto a confrontar con prácticas bancarias que considera excesivas para acelerar la normalización del ahorro en dólares.
Con ese gesto, Economía busca convertir un cambio legal en un cambio cultural, y posicionar al Banco Nación como la puerta de entrada a una nueva etapa de bancarización en moneda dura.












