Pinamar y Cariló ajustan precios para el verano 2026: alquileres en dólares y estadías más cortas

La suba de tarifas y la dolarización de contratos preocupan al sector turístico por la fuga de viajeros hacia Brasil y Chile.

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El verano se encamina con menos reservas y valores elevados en la costa bonaerense. Pinamar y Cariló ya muestran alquileres dolarizados y más caros que en 2024, en un contexto donde el tipo de cambio favorece al turismo internacional. Los operadores esperan estadías más breves y un repunte de último minuto.

La temporada 2026 en la Costa Atlántica comienza a delinearse bajo dos certezas: los precios se fijan en dólares y las subas rondan entre 5% y 10% respecto al verano pasado. Las inmobiliarias ya publican las primeras listas, aunque con cautela, ya que muchos propietarios esperan el resultado de las elecciones antes de definir los valores finales.

En Pinamar, un departamento de dos ambientes para todo enero cotiza en torno a los u$s 4000, mientras que una casa de cuatro ambientes puede superar los u$s 18.000. En Cariló, las tradicionales casonas para ocho personas alcanzan los u$s 8000 la quincena, y en la primera de enero trepan por encima de los u$s 12.000. En febrero, con menor demanda, los precios suelen retroceder entre 30% y 40%.

El sector, sin embargo, observa con preocupación la competencia de destinos internacionales. “En junio muchos clientes decían que cambiarían Pinamar por el exterior, aunque hoy las reservas están en niveles similares a 2024”, señaló Germán Gómez, socio de Balmoral Propiedades. El año pasado había cerrado con un 20% menos de reservas frente a 2023.

En Cariló el clima es algo más alentador. “A esta altura tenemos diez alquileres más que el año pasado, aunque todavía el movimiento es bajo”, explicó Silvia Melgarejo, de Constructora del Bosque.

La presión cambiaria aparece como el gran desafío: un dólar barato alienta el éxodo a Brasil o Chile y acorta la estadía promedio en la costa. Como respuesta, creció la modalidad de alquileres semanales o incluso diarios, un esquema antes impensado en estos balnearios.

La expectativa del sector es que las reservas de último momento, con precios más accesibles, logren compensar parte de la pérdida inicial. Aun así, el verano 2026 en la costa argentina se perfila con estadías más cortas, turistas más selectivos y precios que no ceden.

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