En junio del año pasado, el gobierno nacional se había comprometido a finalizar en el 2025 la obra de ampliación de la planta potabilizadora de Granadero Baigorria, obra fundamental para luego avanzar con la etapa de construcción del ducto que llevaría ese caudal de agua hacia Funes e Ibarlucea.
Según habían asegurado desde Nación, el proyecto cajoneado por el kirchnerismo, estaba contemplado en el presupuesto 2025, con el objetivo de concretar este mismo año, un importante avance para dar solución al abastecimiento de agua a 1,6 millones de habitantes en las próximas décadas.
A más de un semestre de aquel acuerdo del 25 de junio pasado, el Ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, advierte que “Nación no cumple los acuerdos”.
La Casa Rosada ya debe $500 millones para ampliar las plantas de Santa Fe y Baigorria, y no cancelaron los certificados de obra a las empresas contratistas, correspondientes a septiembre, octubre, noviembre y diciembre del año pasado.
“Es grave, la provincia hizo un convenio con Nación que se comprometió a realizar determinadas obras y otras tomó la provincia. Son nueve obras y no se están cumpliendo», confirmó el Ministro, admitiendo que tanto los trabajos de la planta potabilizadora de Santa Fe como la de G Baigorria están parados.
Para tomar dimensión del estado “embrionario” de estas obras, el proyecto de ampliación de la planta de Baigorria, solo está ejecutado en un 16%.
El exceptisismo del ministro está a tono con la mayoría de los desarrolladores de la región, que buscan alternativas de obras privadas, que sustituyan la falta de servicios públicos. Todo un desafío que amerita la incorporación de nuevas tecnologías y cambia la ecuación de los negocios.