La vivienda turística sigue en ascenso

El 30% de ellas se encuentra solo en tres provincias: Málaga, Alicante y Baleares, mientras Madrid y Barcelona suman más de 30.000.

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El auge de la vivienda turística, apoyado en la popularidad de las plataformas de internet que gestionan su alquiler y en las nuevas modalidades de turismo, ha cambiado para siempre la forma de viajar y, como consecuencia, el emporio económico a su alrededor. En pocos años, el absoluto dominio de alojamientos como hoteles, así como otros modelos más minoritarios como hostales o campings, ha desaparecido, para dar paso a una convivencia entre negocios de este tipo y el alquiler vacacional en viviendas, pisos y apartamentos equipados para tal fin. La presencia de este tipo de inmuebles, además, no para de crecer: solo en medio año, entre febrero y agosto, el número de viviendas turísticas ha crecido un 11,6%, hasta llegar a las 340.424, dato que supone el 1,29% del total de viviendas que hay en el país, aunque en lugares concretos el porcentaje es mucho más alto. Esta es la principal conclusión de una estadística sobre vivienda turística publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

La vivienda turística ha pasado diferentes fases muy rápido por la atípica coyuntura internacional de los últimos años. En 2020, cuando estaba en plena expansión, frenó su avance por el Covid e incluso el número de viviendas en esta modalidad de alquiler descendió, puesto que las restricciones a la movilidad redujeron el turismo a su mínima expresión. Una vez levantadas estas restricciones volvió a impulsarse hacia arriba, aunque con algún altibajo fuera de temporada alta. Esto tiene su lógica: en otoño e invierno, los propietarios que destinan viviendas al alquiler turístico, ante la falta de demanda, reservan su inmueble o a otra modalidad de alquiler o a otra actividad. Eso sí, la subida registrada este verano no tiene precedentes, gracias a que el turismo se ha convertido en una de las actividades de ocio predilectas, pese a las fuertes subidas de precio de muchos productos turísticos por la inflación.

Las provincias con mayor número de viviendas turísticas son Málaga, Alicante y Baleares. Entre las tres suman más de 100.000 inmuebles destinados a este fin, es decir, tres de cada diez de los que hay en el país. Además, Madrid y Barcelona cuentan entre los dos con 31.683, casi un 10% del total. La menor presencia se da en las provincias de la España interior, donde hay menos pulso turístico, así como en las dos ciudades autónomas.

Que la vivienda turística haya crecido en protagonismo tiene consecuencias directas en dos ámbitos clave: el mercado inmobiliario y el sector turístico. El primero es uno de los dolores de cabeza de muchos hogares españoles: la oferta es muy escasa tanto en venta como en alquiler, lo que dispara los precios. El auge de la vivienda turística incide en este problema de oferta y apuntala los encarecimientos. El segundo ámbito, el del sector turístico, supone uno de los principales motores económicos del país, con una aportación al PIB en torno a un 12%. Las patronales del sector asocian el alquiler turístico con el fenómeno de la turismofobia, por las molestias que pueden llegar a ocasionar viviendas de este tipo en las comunidades de vecinos.

Los mayores aumentos, en la costa norte

Con la excepción de Madrid, las diez provincias con mayor número de viviendas turísticas son destinos claros de sol y playa: o están bañadas por el Mediterráneo o son las dos canarias. Esto pone en perspectiva la clara dominancia en el turismo de la costa levantina y los archipiélagos. Pero también hay un ligero cambio de tendencia hacia la costa cantábrica, donde el clima es mucho más suave. Es meteorológico el principal motivo por el que enclaves del norte son destinos vacacionales de cada vez más turistas, principalmente nacionales, aunque los internacionales también comienzan a interesarse. Así, entre febrero y agosto de este año, las provincias donde más han aumentado el número de viviendas turísticas son Galicia (22,4%), Cantabria (21,4%), Asturias (21,1%) y País Vasco (17,6%). Les sigue la Comunidad Valenciana (16,8%).

8 municipios, con un 15% de pisos turísticos

La presencia de inmuebles turísticos es muy desigual por todo el territorio nacional. Por ejemplo, es muy fuerte en los centros de las grandes ciudades, pero su escasa presencia en las periferias difumina las cifras: en Madrid y Barcelona, el 0,9% del parque de vivienda está destinado al alquiler turístico, mientras que en Málaga es el 2,5%. Pero hay muchos municipios españoles en los que el porcentaje de vivienda turística sobre el total del parque es ciertamente alto, tanto es así que en ocho de ellos este porcentaje supera el 15%. El que más tiene es Yaiza, en Lanzarote, que con poco más de 16.000 habitantes tiene un 22% de viviendas turísticas. Completan el podio La Oliva, en Fuerteventura, con un 21,5% y Búger, en Baleares, con un 21,4%. De estas ocho, hay varias con apenas una centena de habitantes durante los meses fríos.

Fuente: Expansión

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