El oro despidió 2023 por todo lo alto. La onza rozó en diciembre los 2.100 dólares, superando los máximos marcados tres años y medio antes a raíz de la pandemia del Covid-19, y cerró con una escalada anual del 13%, su mejor balance desde 2020. Esta revalorización se debe principalmente al conflicto entre Israel y Hamás, cuyo estallido provocó la huida de los inversores hacia activos refugio.
El metal precioso apunta a máximos en 2024, aunque hasta alcanzarlos todo apunta que se tomará un breve descanso para coger impulso, ya que existe consenso entre las firmas de análisis a la hora de pronosticar una corrección en el primer trimestre.
JPMorgan espera caídas hasta los 1.950 dólares, desde los 2.025 dólares a los que cotiza la onza actualmente, aunque sitúa su precio en los 2.175 dólares en el cuarto trimestre del año y en los 2.300 en 2025.
UBS y WisdomTree son algo más optimistas para este año y esperan ver la onza por encima de los 2.200 dólares en un escenario base en el que la Fed recorta los tipos de interés en 100 puntos básicos.
Diego Morín, analista de IG, va incluso más allá en caso de que el metal precioso consolide sus máximos históricos y ve posible «un escenario alcista en el que la onza se sitúa entre los 2.380 y los 2.500 dólares«. Cree que la demanda de oro podría dispararse en caso de que la desaceleración económica traiga problemas en los mercados de deuda y desencadene una alta volatilidad en las divisas.
Cómo invertir
El inversor particular puede aprovechar estas perspectivas comprando oro físico de inversión de forma presencial en un establecimiento autorizado. Para ello, los lingotes o láminas deben ser de ley o superior a 995 milésimas de más de dos gramos, según la Agencia Tributaria.
En Bolsa, la mejor alternativa son las empresas de minería. Newmont Corp. destaca por potencial, al tener un recorrido al alza cercano al 42%, según los analistas recopilados por Bloomberg. Las recomendaciones de compra superan el 65% y carece de consejos de venta. En el caso de Wheaton Precious, los consejos de sobreponderar alcanzan el 87,5% y su potencial es del 21%.
También se puede entrar en ETF (fondos cotizados) en oro, que según JPMorgan tendrán un buen comportamiento en la segunda mitad de año. Los mayores por capitalización el SPDR Gold Trust, de State Street Global Advisors, y el IShares Gold Trust, de BlackRock.