El gobierno provincial encabezado por Maximiliano Pullaro generó una importante polémica al presentar una iniciativa que busca incentivar la asistencia perfecta de los docentes a las aulas mediante un programa de premios económicos. Esta propuesta implica una inversión estimada entre 1.600 y 1.800 millones de pesos mensuales, con una actualización trimestral basada en la variación salarial del sector y busca luchar contra el ausentismo.
Sin embargo, una institución de Funes ya aplica un sistema similar puertas adentro el cual ha dado muy buenos resultados y ha reducido de manera considerable el ausentismo y la rotación de docentes, asegurando que el calendario escolar se cumpla para todos sus alumnos.
Así lo confirmó el Presidente de la Fundación del Gran Rosario, que nuclea a la Escuela Raúl Arino de Funes, Javier Macchi, quien detalló cómo funciona este sistema de incentivo a los docentes de la institución. “Logramos, mediante un sistema de pago de plus a los docentes, tenerlo en el orden del 5 por ciento. Lo que ahorramos en suplencias se lo damos a nuestros docentes en ese plus”, subrayó.
El director lo llama “Incentivo Arino” y se basa en la previsibilidad y el control de las faltas de los docentes. “Funciona como un presentismo, pero de manera particular, y sólo es posible con una relación fluida como tenemos nosotros con nuestros docentes”, agregó.
En ese sentido, explicó: “Si el docente, por alguna situación justificada, tiene que faltar y lo programa, es decir, informa a sus directivos y se acomoda el reemplazo, esa persona no pierde el incentivo”. Eso es principalmente lo que los gremios públicos y privados reclaman al gobierno provincial, ya que el programa que pretende implementar el Ministerio de Educación Provincial para toda la bota sólo se pagará en caso de que los docentes no tengan faltas, ni justificadas ni injustificadas.
La Escuela Arino tiene hoy en promedio un 5% de ausentismo docente, un índice notablemente menor que el que maneja la Provincia. Según sus estimaciones, actualmente el 31% de los docentes santafesinos no falta nunca y el 14% solo se ausenta un día, lo que suma un total del 45% que sería elegible para recibir el suplemento económico.
Según explicaron, aquellos docentes que no falten nunca recibirán un incentivo mensual completo, mientras que aquellos con una sola inasistencia obtendrán un beneficio reducido. Sin embargo, esta medida generó críticas por parte de los gremios docentes, quienes la comparan con políticas pasadas de presentismo que estuvieron en vigor en la década del 90.
«El sistema de ausencia y faltas, con pedidos de licencias están en un desbalance muy alto y genera muchos incentivos negativos y todo esos detalles hacen que el sistema está mal, desde lo educativo, lo económico y el nivel de actividad en las aulas», fueron las palabras utilizadas por el Ministro de Educación José Goity a la hora de dar argumentos para sostener la propuesta.
Según indicó Macchi, en el caso de la Escuela Arino, el incentivo consta de una suma fija de dinero por mes. “El monto que nosotros le damos es de acuerdo al cargo, a la categoría y a la dedicación que tienen con su actividad”, añadió el directivo.
El resultado para esta institución es beneficioso tras la experiencia: “Esto nos permitió a nosotros bajar fuertemente el ausentismo, fundamentalmente, en el nivel inicial y en primaria. En secundaria, los docentes tienen asignadas pocas horas y la estrategia que establecimos es tratar de darles la mayor cantidad de horas para que concentren en la institución y para que sus clases en la Arino sean prioridad”, resaltó.
“Fundamentalmente, lo que nuestros docentes hacen es cumplir con su obligación. Ellos saben que primero están los estudiantes y los estudiantes, como digo yo, son la prioridad. Que el estudiante esté en el aula y reciba el servicio educativo”, finalizó Macchi.
