En febrero del 2015, Alejandro Piscione inauguraba el Hotel de la cadena internacional Howard Johnson en Funes. La millonaria apuesta colocó a la ciudad dentro del radio de los eventos corporativos y como alternativa familiar para aprovechar los fines de semana largos en el campo.
Ya en los umbrales del año y medio de cuarentena, El Occidental dialogó con el empresario sobre la situación particular del hotel y el ánimo de los hombres de negocios en Argentina.
La pandemia sin dudas tomó por sorpresa al mundo, pero creo que ningún argentino imaginó quedar atrapado en la cuarentena más larga del mundo. ¿Qué futuro le ves a la hotelería como negocio y en tu caso particular qué planes tenés?
No tenemos intención ni de cerrar ni de vender el hotel. Seguimos apostamos a este producto. Creo que un hotel como el nuestro será uno de los ganadores en la nueva oferta hotelera, por su ubicación en medio de espacios verdes y a su vez estratégicamente ubicado próximo a Rosario. Las dimensiones del edificio le dan también el perfil de lo que se va a buscar: espacios abiertos, amplios y aireados.
Tenemos bien definido el perfil de nuestros clientes, apuntamos al mercado corporativo agropecuario. El 80% de nuestros huéspedes corporativos están relacionados al agro, un público que prioriza la comodidad en la llegada.
¿Tenés algún otro proyecto en mente a la espera que finalice este flagelo?
En este momento estamos abocados a mantener lo que tenemos, Más allá del Covid, hoy no sabes qué rumbo tomará la Argentina, hoy es un país anti inversión
Más allá del Covid, hoy no sabes qué rumbo tomará la Argentina, hoy es un país anti inversión
Por el momento entonces no hay plan de nuevas inversiones
¿Qué tentación tendría yo de seguir invirtiendo en este país? ninguna, si el empresario está visto acá como un mal tipo. El hecho de no querer hacer más inversiones no quiere decir que no mantengamos y potenciemos las inversiones actuales. Insisto que hay que esperar para ver qué rumbo toma el país
¿Estamos nuevamente parados ante una disyuntiva?
Estoy muy preocupado. Veo a la Argentina como una olla a presión que puede explotar para dos costados opuestos
¿Cuáles serían?
Si en las próximas elecciones el gobierno gana, vamos hacia un lugar muy negativo. Si pierde, esa explosión será virtuosa, y potenciará a muchos sectores productivos. Argentina se juega como nunca su futuro y la llave la tenemos cada uno de nosotros. Si no nos dimos cuenta que con la dádiva a costa de los que producimos el resultado es un país con 40% de pobreza, estamos en un problema. El país está yendo hacia una decadencia brutal
Argentina se juega como nunca su futuro y la llave la tenemos cada uno de nosotros
¿Crees que la sociedad se da cuenta?
Soy pesimista en el corto plazo y prudentemente optimista en el largo plazo
¿Qué lectura hacés del microclima de negocios que se vive en Funes?
Celebro todas las inversiones que están llegando, de igual modo veo muchos anuncios, en lo concreto como inversión que ya se puede ver está el parque Ciudad Industria y los nuevos barrios cerrados Vida.
No me convence el esquema que se plantea para los que invierten. Conceptualmente no estoy de acuerdo con la plusvalía.
¿Por qué?
Porque estoy en contra de cargar con más impuestos al que invierte y arriesga.
De igual modo creo en la libertad, si el empresario que está invirtiendo la acepta, lo respeto. El tiempo dirá si fue o no una buena decisión.
Yo creo en un Estado chico y eficiente. Discutamos el aumento de impuestos y formas de financiarlo una vez que demuestre que ajustó sus gastos. Hoy la variable para sostener la ineficiencia estatal somos los privados.
Además de tu actividad como hotelero sos productor agropecuario, otro sector que no se lleva bien con el actual gobierno
Somos también una empresa de producción agropecuaria y contratistas de servicios a terceros.
Efectivamente el campo está viviendo un momento complejo. Si bien el precio de los commodities creció, los productores argentinos estamos cobrando de una soja de 600 dólares, 200 dólares, cuando un productor uruguayo o paraguayo cobra el valor real del dólar
Los productores argentinos estamos cobrando de una soja de 600 dólares, 200 dólares, cuando un productor uruguayo o paraguayo cobra el valor real del dólar
Los campos que tienen una rentabilidad baja pero rentabilidad al fin, son los que están en la zona núcleo, pero los que están fuera de la zona de alto rendimiento no les cierran los números.
Nuevamente volvemos a la presión del Estado en sus diferentes formatos, llámese retenciones o impuestos, a los efectos prácticos se asume un costo estatal altísimo
Mientras el mundo cobra sobre lo que ganás, el Estado argentino te cobra sobre lo que producís, ganes o pierdas. Acá todo se mira desde el lado del saqueo. Si al agro le sacan un pie de encima tendríamos que estar duplicando la producción
