El empresario local Néstor Rozín, titular de Rogiro Aceros, apronta la apertura del hotel de campo Sol de Funes, ubicado sobre la autopista Rosario-Córdoba, lindero al Kentucky, para el mes de junio.
Según afirmó a El Occidental, el gobernador de la provincia, Omar Perotti, será invitado a la presentación formal y previamente recorrerá Rogiro, con motivo de conocer las “importantes inversiones” que la empresa está llevando adelante en materia de maquinaria.
Concretamente, el hotel, diseñado en estructura metálica con subsuelo, planta baja, primer y segundo piso, se encuentra en etapa de finalización de obra y a la espera de las definiciones técnicas tanto de la empresa certificadora como de Litoral Gas y la EPE, para lo que el intendente de la ciudad -indicó el empresario- “está colaborando”.
Además, en simultáneo, se está llevando adelante la construcción de las tres piletas que contempla el desarrollo inmobiliario y que dispondrá de 106 habitaciones, salas de convención, restaurante, cava y amplio menú de amenidades.
“Aposté a un hotel de servicios, que se ve claramente en la distribución de sus espacios: el 65% de la superficie estará dedicada a servicios y el 35 restante a habitaciones”, remarcó Rozín y agregó que “la mayoría de los espacios estarán tercerizados”. Incluso, el empresario confió que se encuentra en franca búsqueda de candidatos para administrar el gimnasio de 500 m2 y el área de spa, que contará con igual superficie.
El 65% de la superficie estará dedicada a servicios y el 35 restante a habitaciones
En tanto, el desarrollo desplegará una importante colección de obras de arte, exhibidas para la venta y aptas para realizar remates, sector que también estará tercerizado.
Dos en Puja
Con respecto, puntualmente, al espacio gastronómico del Hotel, El Occidental pudo saber que existen tratativas con dos restaurantes de alta cocina rosarina, que pujan por quedarse con el servicio, aunque, dependiendo de uno u otro, habrá una diferencia: en un caso, el restaurante llevaría el mismo nombre que en Rosario y en el otro, adoptaría otra denominación.
En rigor, el espacio gastronómico pensado para Sol de Funes dispondrá de una superficie de 500 m2, a la que se le anexarán salas de reuniones y eventos, totalizando 1.200 m2. Presentará una cocina inspirada en el Eleven Madison Park de Nueva York, preparada para ofrecer un abanico variado en carnes, dado que contará con tres cámaras frigoríficas y tres maduradores.