La ciudad de Funes cuenta con una extensión total de 10.000 hectáreas, ocupando su superficie urbana 3.000 hectáreas (30% del total del territorio municipal).
El avance de más de una veintena de barrios cerrados del 2001 a la fecha, fue ganando espacio hasta ocupar hoy casi el 60% del territorio urbano. Concretamente si sumamos los barrios cerrados consolidados y en desarrollo, suman 1.754 hectáreas, equivalante al 58,46% de las tierras urbanizadas.
En rigor, si nombramos solo algunos condominios de superficies relevantes como Galinda, Modena Funes, Condos Mitre o Las Calandrias, incluso housings como DM (en Don Mateo) o ABRA sobre calle Girasoles, estaríamos perforando el techo del 60% de tierras autogestionadas.
La autogestión a la que hacemos referencia comprende una cifra millonaria de diferentes rubros que hacen al mantenimiento de cada urbanización, soportada por el conjunto de sus copropietarios.
Entre las erogaciones más abultadas se destacan: el mantenimiento de espacios verdes, la preservación de calles internas, el alumbrado público, la recolección interna de residuos y la limpieza de espacios comunes.
Se trata, en definitiva, de una erogación millonaria a cargo de privados que optaron por un modelo de auto gerenciamiento, independientemente a su obligación adicional del pago de la TGI de su unidad residencial. Una tasa municipal que cabe por el uso de los espacios públicos de toda la ciudad.
El dato relevado es significativamente importante dado el peso relativo de las superficies auto gerenciadas, representando un alivio en el gasto público municipal, simplificando las tareas de la intendencia en más de la mitad de su territorio urbano. Una posición más que envidiable en relación a otros municipios que no cuentan con la concentración de barrios privados desarrollada en Funes. Un fenómeno inmobiliario que la destaca entre las ciudades argentinas de mayor crecimiento.