El auge de la construcción de locales comerciales de estructura metálica es un mercado que viene en franco ascenso en respuesta a la falta de inmuebles comerciales, especialmente en el radio de las nuevas urbanizaciones.
De hecho, el formato que ganó terreno en los desarrollos recientemente aprobados, involucra espacios para alojar comercios de cercanía linderos a los nuevos barrios. Sin ir muy lejos, Vida Multiespacio, el nodo comercial sobre Av Illia, inspirador de un modelo adoptado por desarrollos posteriores, ya exhibe la imponente estructura metálica del supermercado La Reina. Sobre la misma arteria, se levantan locales de diferentes escalas, teniendo como denominador común la modalidad de la construcción en seco.
En diálogo con Leandro Meneguzzi, responsable de gran número de obras en esta modalidad que se edifican en la ciudad, analizó: “Vengo del palo de la construcción metálica desde hace más de 18 años, y sus beneficios son evidentes. Son obras rápidas, limpias, sin desperdicios, que se terminan en pocos meses para que su dueño la pueda explotar”.
Según el titular de Meneguzzi Proyectos y Obras, la estructura metálica “permite salones de grandes luces evitando las numerosas columnas que demanda el hormigón”. Agregando: “siempre lo metálico está ligado al galpón, pero si se le busca la vuelta arquitectónica se logran construcciones estéticas, atractivas y muy funcionales para el sector comercial”.
En relación a los plazos de obra, Meneguzzi precisó: “un local de unos 600 m2, en estructura metálica se puede finalizar entre 6 y 8 meses, con todas las terminaciones: vidrieras, baños, kichinet y entrepiso. En cambio el mismo local levantado bajo construcción tradicional, su terminación se prolonga hasta el año y medio”.
Enfatizando sobre la importancia de los tiempos constructivos, el empresario aseguró: “El plazo de obra es determinante desde varios aspectos: Para un inversor, porque necesita recuperar el capital plantado en el menor tiempo posible. Para el que construye para uso propio, porque necesita poner en marcha cuanto antes su comercio.
Si vamos a la variación que tuvo el hierro, encareciendo la estructura metálica, la ecuación sigue siendo beneficiosa, porque el ahorro de horas /hombre es mucho menor a la de una construcción tradicional”, concluye Meneguzzi traduciendo a pesos el factor tiempo.
Sobre el debate “metálico o tradicional”, el especialista explicó otra alternativa para mitigar los aumentos del metal: “seguramente se comience a trabajar haciendo un mix entre perfiles W con estructura reticulada”, explicando que el perfil W, es justamente el elemento importado -generalmente desde Brasil o España-, que condiciona los costos de la construcción metálica. “Es una posibilidad que puede andar bien para ciertas obras”.
Concretamente hablando de costos precisó: “El m2 de un local de estructura metálica se ubica entre los USD 380 y USD 500, dependiendo la calidad de terminaciones y de oficinas, entre otras cosas”. Remarcando que son los valores sin considerar el valor de la tierra.
Yendo más al hueso del negocio comentó: “Estoy en contacto directo y permanente con hombres de negocios involucrados en el sector inmobiliario. Ellos hacen una cuenta que hoy por hoy favorece invertir en locales: Mientras el plazo de recupero de inversión de un local es de aproximadamente entre 4 y 6 años -siempre hablando sobre terreno propio-, el plazo de recupero de un departamento tradicional ronda los 10 a 12 años”.
En relación a si predominan los locales construidos como inversión por sobre los locales levantados por los propios comerciantes, Meneguzzi advirtió: “Está repartido, he construido por ejemplo el gimnasio Zona 4 de La Cardera que es de un dueño que lo alquila, al igual que La Masía, que fue un local hecho para alquilar, así como estoy terminando la construcción del nuevo local de La Fe sobre Ruta 9, que es de los titulares del taller”
Sobre el gran traccionador en que se convirtió Funes, en relación a otras localidades y zonas de la región, Meneguzzi graficó: “Por cada 20 consultas para cotizar locales en Funes, recibo 1 de Roldán”.
Sobre la zona que avisora de gran potencial, el constructor destacó a la Av Illia, por contar una de sus manos con una sucesión de importantes barrios y de la otra, tierras beneficiadas por la ordenanza 1526/22, que modificó el uso de suelo permitiendo una mayor superficie a construir.