Desembarca en Ibarlucea con masterplan que involucra cinco barrios cerrados, colegio, club y centro comercial

Con lotes un 30% por debajo de los precios de los comercializados en los barrios cerrados de Funes, aspiran a un producto para gente joven.

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Con 7 desarrollos urbanísticos en el mercado, ubicados muchos de ellos en el corredor sur del Gran Rosario, en las localidades de Pueblo Esther, Alvear, General Lagos y Villa Amelia, Life desembarca con 170 hectáreas en Ibarlucea. En diálogo con El Occidental, Santiago Feely, titular de la desarrolladora brinda detalles del masterplan que dará vida a una nueva comunidad.

Luego de muchos desarrollos en localidades al sur de Rosario, eligen el costado oeste de la ciudad. ¿De qué se trata el proyecto en Ibarlucea?

Se trata de un desarrollo que venimos gestando desde hace 3 años. El masterplan involucra cinco barrios cerrados, un colegio, un club y un centro comercial.

Eso implica un fuerte empuje para esa localidad. No se conoce un proyecto tan ambicioso desde de La Rinconada

Este desarrollo de 170 hectáreas se encuentra muy cercano a La Rinconada. Creemos que esa zona se desarrollará a partir de la llegada de barrios cerrados. Tiene buena conectividad con Rosario -muy cerca de Fisherton y del acceso a la Av Circunvalación-, así como también de Funes.

Una zona que aún necesita de servicios que hoy los consigue tanto en Rosario como Funes

Primero llegará la gente, luego llegan los servicios atraídos por ese volumen de consumidores, tal cual fue la evolución de Funes. Al principio, Funes fue una ciudad dormitorio, a medida que la densidad de población fue creciendo, esa misma gente generó  la oferta de servicios que hoy vemos.

¿Cómo se irán dando las etapas del masterplan?

Nosotros generamos una comunidad planificada, para brindar calidad de vida dentro y fuera del desarrollo.

En los próximos meses iniciaremos el primer barrio cerrado, mientras avanzamos con los servicios. Por un convenio de confidencialidad aún no podemos decir quiénes serán los prestadores en cada caso, pero ya estamos trabajando con ellos, con el apoyo del municipio y el visto bueno de la provincia con la cual estamos en plena gestión de autorizaciones.

En los próximos meses iniciaremos el primer barrio cerrado

¿Respetando esa confidencialidad podemos entonces asegurar que los jugadores están?

Totalmente. Las tratativas con el colegio y el club están llevándose a cabo, pero hay tiempos de tramitaciones que se hacen en diferentes esferas de gobierno que no dependen de nosotros.

¿A qué perfil de compradores apuntan con el barrio?

Life es una empresa que apunta al segmento joven. Hay un nicho de usuarios que aspiran a vivir en las afueras de Rosario en un barrio cerrado con las prestaciones que éste implica. Pero que justamente no están en condiciones de acceder a los tradicionales barrios privados de Funes, donde la inversión ronda los u$s 300.000 /350.000.

Life es una empresa que apunta al segmento joven

En Ibarlucea diagramamos 450 lotes de entre 500 y 600 metros cuadrados correspondientes al primer barrio, que tendrán amenidades similares a los tradicionales barrios cerrados pero con las expensas más bajas a partir de gastos más controlados, trabajando especialmente en su eficiencia.

No son entonces un producto que compita con La Rinconada, ¿qué valores se manejan en relación a los barrios de esta jerarquía?

Hacemos un producto complementario a La Rinconda, enfocado en un segmento joven que apunta a espacios verdes, con valores que están entre un 30 y un 40% por debajo de esos barrios tradicionales.

¿Cuándo lanzan la pre -venta?

De acá a unos 3 o 4 meses

¿Financiada?

Sí, tenemos financiación propia ajustada por el Índice CAC

¿Entrando en pozo, en su etapa inicial, qué diferencia de valores podés conseguir comparando ese mismo lote en la etapa final de comercialización? 

La trayectoria de Life nos permite comparar dos productos similares en diferentes etapas de ejecución. Tenemos justamente un desarrollo que está en su tramo inicial y otro muy similar pronto a finalizarse, entre ambos hay una diferencia de un 35%, brecha que seguirá creciendo porque un barrio que está casi en su totalidad vendido, tiene una oferta lógicamente más chica en relación a su demanda.

 

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