Casa rural pide habilitación para funcionar como espacio para eventos sociales.

Comienza a tomar protagonismo la zona noreste de la ciudad a través de desarrollos urbanísticos y comerciales

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La zona noreste de Funes comienza a tomar protagonismo, luego de la explosión inmobiliaria enfocada en el sector sureste de la ciudad con la llegada de los primeros barrios cerrados y desarrollos de servicios comerciales.

La semana pasada ingresaron al Concejo dos importantes proyectos de viviendas de la mano del binomio empresario Rossetti Desarrollos Inmobiliarios y Rosental Inversiones. Por un lado el Club de Campo “Chacras”, ubicado detrás de la pista del Aeropuerto de Fisherton y el barrio cerrado San Patricio, detrás del Barrio Funes City. 

Luego del impacto de la noticia que llevará infraestructura y un gran movimiento a la zona, llega un nuevo proyecto, de escala inferior, pero que apunta a generar actividad en el mismo sector de la ciudad. 

Ubicada sobre la Ruta 34-s detrás del barrio Funes City enfrente del campo “El Susurro”, una reconocida casa rural solicita luz verde para poder funcionar como espacio para eventos sociales. 

Su propietario, titular del inmueble desde hace 40 años, quien vió crecer la ciudad y su expansión potenciada en los últimos tiempos, busca la aprobación para la explotación comercial a través de alquiler del espacio para eventos sociales. 

Cabe mencionar que la casa rural ha tenido numerosas interacciones con el municipio, particularmente su participación en el último Rally organizado por el ejecutivo local, cuyo trayecto recorrió en gran parte el frente del campo, habiendo realizado circuitos, rampas y desniveles en la propiedad para tornar más atractiva la competencia.

Alejada del sector más densamente poblado de la ciudad y contando con un fácil acceso, su dueño recibe semanalmente innumerables pedidos para la realización de eventos sociales, encuentros que fueron realizados con la debida aprobación en forma temporal, ingresos que sirvieron en aquellas oportunidades para solventar los gastos de mantenimiento de la casa de campo, actividad que hoy ya se plantea como negocio para ser desarrollado en forma contínua.

 

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