Por Fabiana Suárez
La última semana completa de septiembre fue especialmente intensa en cuanto a noticias empresarias especialmente del sector de la construcción.
No hay nada de lo que no hayamos hablado en nuestro medio, pero a veces es preciso repasar algunos acontecimientos con un poco más de detenimiento. Hay cierta información que para algunos lectores se puede convertir en oportunidad o alerta a la hora de decidir.
Foro de la Vivienda y su dimensión desconocida
Me atrevería a decir que el recientemente conformado Foro de la Vivienda, el gran paraguas que nuclea a la potente cadena de valor del sector de la construcción, aún no se ha contado sus propias costillas para tomar real dimensión de lo que representa en términos sociales y económicos.
¿Cuál es el volumen de facturación de las constructoras en su conjunto?, ¿qué superficie abarcan sus desarrollos?, ¿cuántos metros cuadrados levantaron?, ¿cuánta mano de obra directa e indirecta generan?, ¿cuánto le aportan al fisco?, ¿hasta dónde llega su cadena de proveedores?, ¿qué volumen de créditos han otorgado en reemplazo de los bancos?, ¿cuántas obras de infraestructura han donado en cada localidad donde invirtieron?
Si tomamos a las entidades inmobiliarias y los colegios profesionales, generarían otra decena de interrogantes que involucran cifras siderales y cientos de miles de familias sostenidas detrás inmobiliarias, estudios contables, arquitectos, ingenieros y escribanos.
Frente a semejante peso dentro de la economía provincial cabe preguntarse, cuál es el lugar que esta mega entidad le podría ocupar en la mesa de debate de las políticas públicas que regulan su actividad.
En charlas privadas con empresarios y en el mismo evento, FinHábitat, el primer workshop organizado por el Foro de la Vivienda, donde tuve el privilegio de coordinar el panel con algunas de las entidades que lo conforman, insistí con la idea de mirar un poco más de cerca el “Modelo Córdoba”.
Santa Fe, a diferencia de las corporaciones mediterráneas, está atomizada en cientos de entidades. Una realidad que resta protagonismo y espacios en mesas de debate de políticas públicas que regulan al sector. Mientras tanto el “Grupo de los 6”, la mesa chica que nuclea a media docena de entidades empresarias cordobesas, discute con el gobernador Llaryora la agenda provincial y nacional.
La exitosa convocatoria de Finhábitat, dió pistas ciertas sobre el interés que genera en los políticos y el ecosistema del real estate, ver a todas las organizaciones unidas en una causa.
Un nuevo clima de época abre espacios al sector privado para que gane protagonismo en definiciones de políticas públicas para poner a la nación de pie.
Solo hay que animarse.
El enojo de Javkin
El intendente Pablo Javkin decidió salir a jugar fuerte en esta segunda etapa de su mandato. Si bien la decisión de no volver a postularse como jefe de la ciudad ya está tomada, dice en público y en privado que quiere sacarse el gusto de gestionar ya sin pandemia y humo, aprovechando el proceso de pacificación que comenzaría a vivir la ciudad.
La buena sintonía con el gobernador Pullaro le permitiría acelerar obras para el tricentenario de la ciudad el 7 de octubre del 2025, aniversario que quiere tomar como el trampolín que fue en su momento para Rosario, el Congreso de la Lengua en términos de inversión público privada.
Al cierre del workshop del Foro de la Vivienda, Javkin dejó una “tarea” a los empresarios: “piensen qué le pueden dar a Rosario para su tricentenario”.
Entre los objetivos de esta parte de su mandato, el intendente prioriza la recuperación de espacios públicos, el regreso de la gente a las calles. La idea de un programa de padrinazgo de parques y plazas, da vueltas entre muchos proyectos pensados para proponer al privado.
La ambiciosa agenda del tricentenario no deja de ser una oportunidad para que desarrollistas y el intendente sinceren las condiciones para levantar nuevos proyectos en la ciudad.
A Javkin le duele el éxodo de industrias y desarrollos inmobiliarios que sufrió Rosario en los últimos años. Ante su reproche, las empresas explican que consiguen mayor celeridad en otras localidades. En respuesta y sin ocultar su enojo, el jefe de la ciudad expresó al cierre del evento del Foro en la BCR: “En la municipalidad de Rosario no hay oficinas blue, no hay compensaciones blue, no hay lugares fuera de los edificios públicos municipales donde nosotros recibamos desarrolladores, todo se hace como se debe hacer y las compensaciones son las que están fijadas en las ordenanzas municipales”, en clara referencia a una localidad vecina del oeste del Gran Rosario.
De igual modo, más allá de la administración transparente que puede exhibir el intendente, está consciente que debe arbitrar el modo de acelerar los procesos para dinamizar la obra privada y trazar una estrategia en el Concejo para evitar que el kirchnerismo y Ciudad Futura bloqueen de manera sistemática inversiones para la ciudad.