El proyecto Rosario Industria entra en una etapa decisiva. El grupo empresario conformado por Fundar, Rosental Inversiones, Ivanar y Rossetti Desarrollos Urbanos, confirmó que en 2026 saldrá a la venta la supermanzana pública de 15 hectáreas ubicada sobre la colectora, el gran frente del desarrollo sobre la Autopista Rosario–Córdoba, al tiempo que avanzan las obras públicas estructurales que ordenan el área y consolidan el corredor productivo entre Rosario y Funes.
Así lo explicó León Carpman, directivo de Fundar y director del proyecto Rosario Industria, al detallar los avances de un emprendimiento que ya dejó de ser una planificación en papel y empieza a operar a escala real, tanto en términos urbanos como productivos.
Un frente estratégico sobre la autopista
La supermanzana constituye uno de los diferenciales más fuertes del proyecto. Se trata de 15 hectáreas con 750 metros lineales de frente sobre la autopista, desarrolladas sobre la colectora, en un punto de máxima visibilidad y accesibilidad. Dentro de este sector se destacan 14 lotes frentistas de gran porte, todos mayores a una hectárea, con dimensiones aproximadas de 50 metros de frente por 230 metros de profundidad.
Estos lotes están pensados para usos industriales compatibles, logísticos, corporativos y de servicios, con capacidad para albergar edificios de gran escala y fuerte presencia institucional. La normativa habilita una altura equivalente a la del edificio de Crucijuegos, lo que permite desarrollar amplios frentes vidriados sobre la colectora, reforzando la lógica de frente activo y evitando el esquema tradicional de parques industriales cerrados y sin relación urbana.
El grupo empresario confirmó que la comercialización de esta supermanzana estará a su cargo y se activará a partir del año próximo, con el objetivo de cuidar los usos, el perfil urbano y la coherencia del frente más visible del proyecto.
Inicio de obras y articulación pública
En paralelo al lanzamiento comercial, Rosario Industria avanza con obras públicas en coordinación con la Municipalidad de Rosario, que incluyen apertura de calles públicas, pavimentación, iluminación, señalética y forestación. El esquema vial contempla la ejecución de cuatro trazas clave que perimetran y estructuran el desarrollo.
En sentido norte–sur se destacan la Avenida del Límite, que marca el borde entre Rosario y Funes, y la calle El Charrúa. En sentido este–oeste se ejecutan la prolongación de la calle Cochabamba, paralela a la colectora, y las últimas cuadras del Bv 27 de Febrero, completando un sistema vial que integra el proyecto al entramado urbano existente.
A su vez, Carpman remarcó que el emprendimiento trabaja activamente con el Gobierno de la Provincia de Santa Fe en todas las etapas de prefactibilidad necesarias para llevar adelante la ejecución integral del proyecto, en paralelo a las gestiones municipales y a la materialización de la infraestructura básica.
Parque industrial, logística y última milla
Desde el punto de vista funcional, Rosario Industria se compone de tres grandes piezas. Por un lado, un parque industrial cerrado y perimetrado, que constituye la parte privada del proyecto, con 659.000 m² de uso industrial y 421 lotes, de los cuales 407 tienen superficies entre 1.000 y 3.400 m², y 14 lotes alcanzan tamaños de entre 5.500 y 12.000 m².
A esto se suma un parque logístico también cerrado y perimetrado, con 132.000 m² organizados en 16 lotes de entre 6.100 y 8.700 m², conectado internamente al parque industrial pero con accesos externos directos, lo que permite ordenar flujos y separar circulación pesada.
La tercera pieza es la supermanzana pública sobre la colectora, que articula la parte privada del proyecto con el sistema vial metropolitano y consolida la continuidad de usos industriales, logísticos y comerciales que se extiende desde Rosario Industria hasta el ingreso a Funes, en conexión con otros desarrollos del corredor.
En términos urbanísticos, esta localización posiciona al emprendimiento dentro de lo que hoy se define como la “última milla” del sistema industrial y logístico: suelo productivo escaso, muy cercano a la ciudad, pensado para abastecerla de manera directa, reducir tiempos operativos y responder a una demanda creciente de empresas que necesitan proximidad sin resignar infraestructura ni accesos.
Infraestructura vial pendiente
El avance simultáneo de obras, proyectos y nuevas inversiones vuelve cada vez más evidente la necesidad de infraestructura vial de escala metropolitana. En ese marco, Carpman señaló la importancia de reactivar el conector de Wilde, cuya licitación quedó trunca, y de mejorar la conexión directa con el Aeropuerto Internacional de Rosario, dos obras que aparecen como claves para acompañar un corredor productivo que ya opera con intensidad creciente.
Con una superficie total de 105,7 hectáreas, frente directo a la autopista y un esquema que combina industria, logística y ciudad, Rosario Industria se consolida como una de las últimas grandes piezas de suelo productivo de “última milla” del área metropolitana, en un contexto donde la inversión privada avanza y empieza a marcar con claridad las prioridades de la agenda pública
