Según Jorge Pesado Castro, representante para Santa Fe de ACARA, se espera que en el próximo semestre los patentamientos estén un 20% por debajo del mismo período en 2023. Por otro lado, indicó que la suba de precios desde octubre hasta diciembre del corriente año están en el orden del 40%.
Conforme lo expuesto por Pesado Castro, un coche que se encontraba valuado en 10 millones de pesos en octubre alcanzó un valor cercano a los 15 millones. El salto en el precio se debe mayormente a la devaluación y a las cargas impositivas vigentes sobre componentes y vehículos importados, y el impuesto país.
El mayor inconveniente del aumento es que elevó la proporción de unidades alcanzadas por el impuesto sobre los vehículos de lujo. “Hoy, afecta prácticamente al 90% de los automotores”, indicó el empresario. De este modo, explicó el representante para Santa Fe de ACARA, gran parte del segmento de gama media quedó gravado, provocando que coches cuyo precio sea superior a 14,7 millones de pesos pasen a costar un 20% más.
La situación se vuelve todavía más compleja con los vehículos importados, segmento en el cual, según Pesado Castro, no hay precios de venta. “Tanto las terminales como las importadoras están analizando lo que ellos llaman la letra chica, para saber cómo se van a considerar los aranceles y si habrá alguna modificación en la barrera del impuesto al lujo”, comentó.
El empresario auguró posibles medidas correctivas del recientemente asumido gobierno de Javier Milei: “Esperamos que en enero haya consideraciones de bajar algunos impuestos, que puedan quedar correctamente determinados los precios y que haya más stock”.
Con respecto a este último punto, rescató los cambios en el régimen de declaración de importaciones. “Con el sistema SIRA, los autos que costaban 25.000 dólares tenían un plazo de 360 días para que el Banco Central girara los dólares para importar. Hoy, la situación está cambiando y yendo a plazos de 0 a 90 días”, graficó. La situación anterior, remarcó, “generó una deuda importante en las terminales con sus casas matrices y prestamistas en el exterior, que está en el orden de los 5 mil millones de dólares y que hay que poner al día”.
Finalmente, se refirió al estado actual del mercado: “El 2023 terminó con 450.000 unidades, un 10% más que en 2022. Sin embargo, la capacidad operativa de las concesionarias, de las terminales y de toda la cadena de valor, está en los 700.000 u 800.000 autos al año. Sabemos que se viene un semestre duro, pero vemos que habrá claridad. Confío en que va a funcionar mejor”.