Pablo Paladini pertenece a la tercera generación de la gigante alimenticia a punto de cumplir 100 años. Lleva en la sangre aquel espíritu emprendedor que Don Juan selló a fuego en 1923, levantando los cimientos de aquel frigorífico de Villa Gobernador Gálvez, hoy rankeado entre las 20 empresas de alimentación con mejor imagen de la Argentina.
La proximidad de todo centenario obliga a un balance sobre los resultados de la fuerte reconversión del mítico frigorífico, en una industria alimenticia que produce alrededor de 100.000 toneladas de productos al año.
“La empresa hoy tiene un portfolio de alimentos que van desde los cárnicos, los quesos a las pastas. Pretendemos enfocarnos en nuestro principal expertise que son los refrigerados y los alimentos salados. Esta reconversión es parte de nuestro Plan 2023, cómo ver a Paladini a sus 100 años, ese era nuestro enfoque al que llegamos en medio de los obstáculos del país, en medio de los cambios de su política económica, cambios en sus regulaciones”, describió el vicepresidente de Paladini.
Ahondando sobre el crítico momento argentino, el empresario ató la coyuntura a una cuestión estructural definiendo: “En los últimos 15 a 20 años Argentina no tuvo plan económico, solo fueron medidas. Un plan incluye a todos los sectores, las medidas favorecen a algún sector y perjudica a otros”. En este sentido, liderando una empresa exportadora apuntó contra la política monetaria de “tipo de cambio pisado” que no solo afecta a su compañía sino al país. Visiblemente molesto con las políticas erráticas graficó:
“Los cambios permanentes de reglas, que llevan en muchos casos a no poder cumplir con un cliente, a bajar un contenedor de un barco sin poder despachar, no solo afecta a la marca Paladini, afecta a la marca país que es lo más grave”.
Desencantado con la promesa no cumplida de Mauricio Macri sobre transformar al país en el supermercado del mundo, insistió en la falta de un modelo económico: “Macri no tuvo un plan para implementarlo”.
Una mirada sobre Funes
En agosto del 2020 la empresa desembarcó en la esquina de Ruta 9 y Galindo con Paladar, un punto de venta que exhibe el portfolio de los productos de la firma alimenticia que ya ofrece mucho más que embutidos.
¿Habrá más puntos Paladar en Funes?, fue la consulta natural sobre la política de comercialización a través de la venta directa: “nuestro local es un gran showroom mucho más interactivo que un cartel, donde se puede tomar real dimensión del portfolio de nuestros alimentos. No vendemos salvo por estos puntos de venta en forma directa, somos el mayor distribuidor de alimentos refrigerados a nivel nacional”
Paladar en funes es una acción estratégica de posicionamiento de marca
Sobre el “fenómeno Funes”, crecimiento exponencial que no pasó inadvertido a ningún empresario, Paladini definió: “Funes se duplicó gracias al sector privado, me recuerda a la experiencia de Nordelta en Buenos Aires. Esta expansión sin dudas ya genera un derrame sobre Roldán y la región”.
Esta expansión sin dudas ya genera un derrame sobre Roldán y la región
“Las inversiones llegan donde el Estado les da un espacio y no interfiere, el Estado no debe molestar a las fuerzas productivas, debe generar condiciones de seguridad jurídica para que el privado se desarrolle. El privado es el único que genera riqueza”, finalizó.