La temporada de verano ya está a la vuelta de la esquina y la costa uruguaya sigue captando la atención de los turistas argentinos. Con una demanda integrada casi totalmente por locales, el segmento premium de alquileres temporales es el que presenta el mayor porcentaje de ocupación, mientras que se espera que, por la devaluación y la crisis económica, se resienta la gama media y baja.
Según explicaron desde Amarras Inmobiliaria, los valores más bajos para vacacionar en la costa uruguaya durante la primera quincena de enero pueden encontrarse en la Península Brava-Mansa. Allí, una unidad de un dormitorio puede encontrarse en el eje de los 4.000 dólares. Una de dos dormitorios alcanza los 7.000 dólares y una de tres supera la línea de los 10.000 dólares.
Punta Ballena, ubicada a pocos kilómetros de Punta del Este, presenta precios que parten de la línea de los 8 o 10 mil dólares. En este caso, la mayor parte de las propiedades son casas pequeñas.
La zona más cara es José Ignacio, donde también la mayor parte de los alquileres temporales son casas. Los precios superan los 12 o 15 mil dólares.
“Las zonas más top y más caras están llenas, quedan muy pocas opciones. En José Ignacio ya no hay casi nada y tampoco en los barrios privados. En Punta del Este sí hay opciones, porque hay torres con mucha más disponibilidad. Sin embargo, la crisis argentina afecta mayormente al rango medio”, explicó Gustavo Pereira, socio fundador de Amarras.
No obstante, aclaró que “todavía queda tiempo para que se empiece a llenar”. Además, afirmó: “Tenemos muchas consultas, con más concreciones en las zonas de mayor costo”.
